La Columna: Es tema difícil
No se concibe una polémica sin que, de alguna forma, quien se considere en el lado “bueno” de la historia, no pueda entender la crítica desde la concepción de un asunto en el que no se busca un ganador y un perdedor, sino dar vuelco a una situación que, para colmo, ni siquiera es novedad.
La molestia no debe radicar en quién dice las cosas, sino en analizar los argumentos. No es un secreto que, desde 2006, cuando despedazaron la extinta ABECH, el basquetbol comenzó una metamorfosis que tiene un par de culpables, justo los más interesados en que el deporte ráfaga se instalara en la situación en la que está, con problemas por todos lados, eventos de nivel bajo y que, curiosamente, el club en cuestión sea el “más representativo”, no es sencillo, pero es lo que hay.
No debe ser un problema entenderlo porque, que los clubes sean selectivos estatales no está bien, eso no sucede en ninguna parte de la República Mexicana y donde pudiera replicarse esta situación, habría que revisar los resultados en el plano nacional y coincidiremos en que la fórmula no solo no brinda resultados, sino que atenta directamente a la competitividad a nivel selectivo.
Los clubes tienen sus copas, sus aniversarios y sus eventos en los que pueden lucir, pero hasta ahí. Es obligación de las organizaciones el hacerse cargo de los procesos selectivos y eso requiere trabajo y planeación. Desafortunadamente, en Chiapas a los dirigentes ni les gusta el trabajo y no saben cómo hacer una planeación. Redunda todo en que delegan la responsabilidad más importante que tienen, en manos de unos pocos.
Que haya varias agrupaciones, que se crean diferentes caminos y que se buscan cada vez evitar más intereses, obran en contra de lo que importa, que es lo deportivo y basta con ver la diferencia entre Nuevo León, campeón U16 femenil, y Chiapas, que nadie quiso ni informar cómo le fue al representativo de casa.
Ostentar un nombramiento a nivel nacional tampoco es tan relevante, a menos que se demuestre con trabajo. Premiar por nada es una constante en el basquetbol de nuestros días, el tema es que la gente es comodina y defiende hasta lo que, sin pensar, le conviene.
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