La Columna: franca decadencia
Entiendo a los que se dedican al boxeo, los que entrenan y ya saben tirar algunos golpes o los que suman algunas peleas en algún deporte de contacto; defender a Saúl Álvarez no los hace campeones mundiales, los mete en un costal donde el mundo del boxeo intenta justificar una evolución que lo ha alejado de lo que fue su origen. Los entiendo, pero nadie tiene por qué compartir su opinión desde su posición. El boxeo camina sobre un terreno de poca credibilidad y sin espíritu deportivo, todo se enfoca en el dinero.
Es sencillo, claro que la forma en la que no puede ser más evidente que los rivales de Saúl Álvarez no son de su nivel, es llevarlos a la ruta larga, a los 12 episodios y entre ellos, pasar algunos apuros, que si Charlo logró llevarlo a la lona por segunda ocasión en su carrera y después el mexicano le dio un repaso, está bien; sin embargo, es el reflejo del nuevo boxeo.
Charlo fue un rival digno, como lo será todo aquel que se sube al cuadrilátero, en ese sentido nadie puede poner en duda que existe el riesgo y que el boxeo, como tal, es un deporte en el que, en su origen, quien lo practica lo hace porque lo único que le queda para defenderse son los puños; después, cuando aparece el dinero ya es distinto.
Si alguien recuerda que Saúl Álvarez dio muestra del buen boxeador que es, cuando ganó el oro de la Olimpiada Nacional Infantil y Juvenil en 2005, boxeando en Tuxtla Gutiérrez y aquel pelirrojo ya mostraba que tenía poder en los puños, era obvio que venía una carrera importante y de muchas formas había que cuidarla a como diera lugar.
Cada boxeador traza su carrera, encuentra los atajos para ganar cada vez más dinero, porque se abre espacio dejando rivales en el suelo y demostrando poder, principalmente ante rivales que le representen retos verdaderos, por otro lado habrá quien sepa cuidar ese rubro y seguir llenando las arcas de dinero, también se vale, también hay carreras que se van forjando de esa forma.
El “Canelo” acaba de entrar ya en el tobogán del descenso en su carrera, quizá ahora sea él el que represente la oportunidad de lucir para el jovencito que va acomodando su carrera y que busca rivales que ya no representen un peligro, a menos que cada vez suba al cuadrilátero con rivales de muy bajo nivel, para seguir ganando, pero ya sin noquear.
Antes, el boxeo tenía el poder de atrapar hasta a los que no son aficionados, los que saben poco y únicamente lo ven por glamour. Los que saben, los que pueden analizar lo deportivo enteramente, esos cada vez ponen menos atención y lo demás, se polariza en los medios entre quienes buscan opinar a favor y los detractores, pero de en medio no existe quien pueda ofrecer una postura que le explique al que no sabe, qué es lo que sucede con el boxeo en la actualidad.
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