La Columna: Hay prioridades
Para todo aquel que tiene aspiraciones políticas, aunque al principio pareciera una utopía, no cabe duda que se van acercando los tiempos en los que hay prioridades, en los que hay que arrancar a potencializar una imagen para estar en el ojo y que, por aras del destino, quien señala pueda apuntarles para tener la venia de seguir dependiendo del erario público sin trabajar.
Es la prioridad, brillar por aquí, aparecer por allá, foto de este lado y por el otro, dibujar una sonrisa que se apaga cuando hay que enfrentarse a la realidad. La prioridad es seguir viviendo del gobierno, aunque no exista un argumento válido para trabajar en pro.
Y como hay que hablar de los que están, sin futurear porque uno nunca sabe, hay que ver cómo funciona pues cuando se trata de representación proporcional. Hasta el cansancio de dice que eso debería dejar de existir y que el tema de la equidad pase más por el análisis del perfil, porque luego apuntan a lo que se considera “menos relevante” para ser “equitativos”, exponiendo las falencias de quienes, en su papel de dirigentes, crean más problemas que trabajo, ya ni siquiera hablamos de soluciones.
En el Indeporte, en la Comisión de Juventud y Deporte del Congreso Estatal y quizá hasta en el Instituto Municipal del Deporte, no vemos más que decisiones convenientes y no proyecto deportivo de desarrollo. En el Indeporte es sabido que se buscó a una ahijada de alguien, con perfil académico alejado a la planeación deportiva, pero con muchas medallas de eventos juveniles o máster; es decir, la fórmula que da aplausos y no resultados; después, en el Congreso, el encargado de la comisión evidentemente tiene la venia de haber creado estructura en alguna zona del estado para su partido, Morena, pero le cayó de rebote la comisión. Ha realizado más promoción y ejecución de acciones en pro del deporte la diputada Paola Villamonte Pérez, que el mismo Cuauhtémoc Hernández. Es ahí donde reaulta inexplicable la existencia de comisiones que no ejecutan una sola propuesta.
Y de Tuxtla, ni hablar. La Ley de Cultura Física y Deporte existe, pero no sirve, dicen; es un hecho quw conformar Comités Municipales no asegura absolutamente cumplir con la mínima tarea de masificar la actividad. En algún momento se habló de ponerle impuesto a las carreras y desaparecieron varias; ahora, Tuxtla organiza carreras masivas y hasta rifa coches entre los participantes, pero del resto no existe forma de explicarles que, por ley, es su obligación tener estructura que promueva la activación física, pero solamente están enfocados en arrendar los espacios públicos destinados para el deporte.
¿En serio creen que han realizado algo importante por la gente, en materia deportiva?
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