La Columna: La Superliga sigue viva

Aunque todos suponían que aquel intento de “rebelión” que encabezó el Real Madrid hace unos años, se había dilapidado por UEFA y FIFA, había quienes estaban muy pendientes, incluidos la misma UEFA y la FIFA, a la espera de la resolución de las leyes en Europa y fue este jueves cuando en el Viejo Continente, vieron prácticas monopólicas de los organismos que “regulan” el futbol en el mundo y dieron libertad a los clubes de organizarse, sin que ninguno de estos organismos puede prohibirlo.

Es evidente que la resistencia al cambio obliga a muchos a sentirse arropados ante cualquier decisión de UEFA, porque saben que va a ser un tema complicado, el asunto es que alguien debía comenzarlo y al hacerlo el Madrid, que sabe debe defender su estatus y su papel en el futbol europeo lo convierte en el ideal. A muchos que reclaman la pérdida del romanticismo del futbol, porque en trastocada su competición, como una Champions que el próximo año va a cambiar de formato, pues no reconocen que el Madrid, como otros equipos, esperan una competencia en la que se pueda competir con el piso parejo para todos. Los clubes de los socios no tienen el flujo económico que los equipos de estado (donde han entrado los árabes con su dinero) y en UEFA no han buscado las formas de evitar que esto suceda.

Bellingham es un ejemplo de lo que debería suceder en el futbol, que un jugador que tiene un sueño y sabe que puede alcanzarlo con su talento, no caiga seducido por el dinero en exceso que tienen algunos y eso permita a todos aspirar a tener jugadores top. Mbappé sería el caso contrario.

No esperen que Ceferín aparezca a decir que la Súperliga puede funcionar, eso no pasará, tampoco espere que acepte que la Champions sin el Real Madrid y por ahora sin el Barcelona, será percibida de la misma forma. Ese torneo ha crecido porque estos dos equipos respetaban su esencia, lo han realizado hasta ahora y quieren seguir haciéndolo; sin embargo, de alguna manera apareció otra fórmula con mucho dinero, en la que no pueden competir en el tema del dinero.

Rodarán los días, las semanas, los meses y se irá materializando de mejor forma la información, con la que se puede ir reconociendo que es mejor para quien y a partir de ahí, reconocer que, el simple hecho de que los clubes, al menos algunos se sientan con libertad, de poder hacer algo ante un ente monopólico que, también, siente que su poder se va minando de manera importante.