La Columna: Los entendemos, pero…
- Annete Lewis
- 27 feb
- 2 Min. de lectura
Tras el tema del Taekwondo que se ha estado manejando, las decisiones de traer de nuevo a los padres en el escenario del selectivo estatal y todos los nuevos detalles del evento del fin de semana, pues no podía faltar una especie de réplica, reclamo, observación; sí y la aceptamos porque fue de la manera más educada y con las palabras correctas, lo que nos obliga a devolver la opinión.
Nos dijo un lector vía email, que no considera que toda la responsabilidad de que estos eventos se desarrollen en orden, es del padre de familia que asiste a los eventos a apoyar a sus hijos y ahí ya tenemos que colocar, obligatoriamente en la fórmula, la paternidad, el sentimiento de protección y el simple hecho de ya tener una programación en la que, se le dice, que su hijo está compitiendo en desventaja.
Claro que nos provocó curiosidad para continuar leyendo, porque el relato era contundente y quizá convincente cuando llegó el momento de aportar la opinión.
“Quizá sí, los padres tienen un grado de responsabilidad, pero ya sobre los hechos. El origen de esas acciones no siempre es eso de la protección, porque habremos quienes buscamos enseñar el juego limpio, los valores de la competencia, el reconocimiento al ganador, a quienes pensamos deben ser deportistas integrales; sin embargo, hay también quien abre demasiado su pensamiento a la información que le entrega el entrenador, que le dice que tal o cual hace trampa, que los odia o que los quiere despojar de algo que merecen…”, y ahí comenzamos a entender; con razón, el dirigente, el entrenador, siempre anda pensando en sacar ventaja y a veces omitir la información completa, una mentirita piadosa y otras tantas cosas para justificar la derrota, termina por enturbiar un proceso que no miente en la superficie de combate.
Tiene razón nuestro lector, es una responsabilidad compartida con elementos que no siempre son válidos y terminan afectando lo que realmente importa involucrando situaciones de las que, después, no se hacen responsables.
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