La Columna: Ojalá y sucediera
Tiene razón Barak Fever, ojalá Santos sea campeón.
No es sencillo de entender y menos si no hay forma en la que se analice cómo se fue adecuando el sistema y ya a detalle, hasta parece a propósito.
Bicampeón el Atlas desde la llegada de Orlegui al control de la Femexfut y ahora, un sistema en el que, por reglamentos adecuados y delineados de modo tal que, hasta el menos merecedor pueda terminar con el título en las manos, traen como consecuencia que, el décimo tercero de la tabla general, después de 17 fechas disputadas y que, además, a un par de fechas de terminar el torneo regular, despidió al entrenador y trajo a uno nuevo, que debuta en México y sin experiencia en el balompié de nuestro país; ahora, Santos puede ser campeón.
Los de la Comarca Lagunera no debieron entrar ni a la repesca, porque todavía dependían de du resultado para conseguirlo con mérito, pero no pudieron y finalizaron décimo terceros en la general; sin embargo, Gallos (que deportivamente sí estaba en repesca), no pudo jugar la repesca a pesar de finalizar en el décimo sitio, pero sus problemas porcentuales le impiden continuar disputando. Ahí fue donde apareció pues la última carta, con Gallos sin posibilidad, el décimo tercero entraba y le tocó al Santos de Torreón.
¿Puede Gallos argumentar que no jugar la repesca y la posibilidad de Liguilla costarle dinero?, ¿podría argumentar que no pagará la multa porque ya le dieron otro castigo? Obvio que las huestes de Orlegui desde los distintos puestos que ocupan en la dirigencia del futbol, pondrán el reglamento como su principal defensa; sin embargo, muchas veces se han escrito promesas que no se han cumplido, como la extinción de la multipropiedad y el número de no formados en México; sin embargo, quedan siempre en el olvido.
Que Santos llegara al campeonato sería como un himno a la mediocridad y la prueba principal de lo que realmente interesa a los dueños del balón. Olviden la justicia deportiva, olviden 17 somníferas fechas con partidos de muy baja calidad, porque solamente basta con hacer menos que lo mínimo y llegar a una instancia donde con un poco de futbol y mucha fortuna (por no llamarle ayuda), se puede terminar campeón.
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