La Columna: ¿Por qué no dicen nada?
Un amable lector nos escribió un email bastante extenso, con una serie de cuestionamientos en los que, pide, detallemos lo que se señala en este espacio, que de arranque está en su derecho de solicitarlo, como estamos en nuestro derecho de informarle, de nuevo, que este es un espacio de opinión y que, si lo desea, podemos externarle cómo llegamos a estas conclusiones, con base en lo que, se sabe, sucede entre paredes.
Hay un punto que es fundamental y del que parte todo el asunto de la problemática que suele surgir a cada rato en esta administración. No es que no “creamos” que el discurso del interés por “invertir” en el deporte exista o sea algo que se comente en una oficina; el tema aquí es que, después, hay que trasladarlo a un proyecto, solicitar recursos para que, una comisión, analice el proyecto y de ser necesario, lo avale para echarlo a andar con el presupuesto destinado.
¿Con qué base se realiza este proyecto?, pues bien, con asociaciones deportivas que, primeramente, están enmarcadas en la legalidad, es decir, que no tienen presidente que incumpla con los lineamientos de la misma organización, como el de no poder ser trabajador del Indeporte, por decirlo de alguna manera. Ya con eso podemos entender que, si un Presidente de alguna asociación es a la par trabajador del Indeporte, tendría pues un conflicto de intereses, porque por un lado debe cuidar su chamba y por el otro, vigilar los intereses de los deportistas, no hay término medio, porque cualquier decisión que sea contraria a lo que deben en ambos casos, le acarrea consecuencias. Aquí siempre van a preferir sacrificar al atleta y a los afiliados, porque “no dan de comer”
Sin embargo, aunque usted lea en un boletín oficial, vea en alguna declaración, que agradecen a tal o cuál, piense que, quizá, ese personaje ya cobra como administrativo o tiene una beca que puede estar en riesgo si no aparece de esa forma, porque tampoco hay que ser un especialista en física cuántica como para no darse cuenta.
En fin que, opinamos que sí, el vaso se puede ver medio lleno o medio vacío, dependiendo de quién analice el tema y cómo quiera sacar ventaja, pero de que hace falta más análisis en esos números, eso que ni qué.
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