La Columna: Será un futuro triste
Ya analizando cómo se va moviendo el tema de los defensores de la 4T y sus procesos internos, es evidente que habrá uno que otro con aspiraciones menores, que ya van alistándose para lo que será el final de su incursión en la gestión pública. Sin importar que recién hayan concluido los estudios académicos para ser “elegible” en un proceso, evidentemente lo que habla por alguien es su trabajo y ahí es donde la puerca tuerce el rabo.
No quiero ni imaginar cuando no alcance en el panorama apolítico y haya que volver, al menos un trienio, mientras se resuelve las formas de hacer labor para al menos alcanzar algo de popularidad, que pueda servir para estar en una boleta electoral; sin embargo, como la esperanza muere al último, hay que esperar a que lleguen los momentos.
Lo que deberá ser enfrentarse a la realidad después de saber que te quedaste muy lejos de hacer lo básico y cuando digo lo básico, me refiero al menos a realizar algo por tu deporte, por lo que te entregó a manos llenas el currículum que te puso donde estuviste hasta hoy casi cinco años navegando con “seguir instrucciones”, pero al final, contraviniendo todo lo que, se suponía, conocía para estar ocupando una posición.
Lamentable confiar en las palabras de alguien más en política, porque al final, es por todos conocidos que la división de la extinta Secretaría de Juventud, Recreación y Deporte, no fue un proyecto en el que se consiguiera regresar a un formato funcional, sino la oportunidad de cumplir con un tema de equidad, cuando el gabinete ya no daba para cumplir, lo triste es que no se revisó el tema de la capacidad de gestión y la habilidad de reconocer necesidades, únicamente había que cumplir.
Ya imagino cuando haya que ir a nadar para mantenerse activos con el deporte, en una alberca donde habrá jóvenes que, en su momento, necesitaron apoyo, habrá algunos que estén conformes porque si tuvieron el trato mínimo y eso les bató, pero a los que ganaron las medallas, los que colaboraron para limpiar un poco la imagen del sexenio más triste en el ámbito deportivo de las últimas décadas, seguramente tendrán otra idea y no será tan cómodo enfrentarse a eso. Es un futuro inmediato que ya deberán ir analizando en el escritorio principal del Instituto del Deporte.
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