La Columna: Siguen con las patadas
Hay quien ya debe darse cuenta que está apostando mucho al futuro político de la directora del Indeporte y que, no ser de su familia no le asegura que vaya a retribuirle de alguna manera, en el panorama más alentador, digamos, en el que alcanzaría sus objetivos y podría alargar su nexo con el erario público.
Lo anterior viene al caso porque, pues como ustedes saben, hay cosas como el “manejo de imagen” en redes sociales que ya no alcanzan mucho; es cierto, hay quien sabe cómo encontrarle el modo a esa vía y consigue sus objetivos, pero no cabe duda que su respaldo debe ser el trabajo tangible, el que sí se ve en ocasiones y el intangible, que es el que pregona el beneficiado y que no necesariamente es el “oficial”; es decir, como todo buen valor moral, ejercer tus obligaciones no tiene como menester la presunción del mismo, como que, si ya te pagan por lo que haces, presumirlo redunda en promoción.
En fin, lo que no se ha conseguido con la chamba, ahora ya se comenzó a buscar con favores y dicen los enterados, uno solo atiende con atención para reconocer los detalles, que la dirigencia del Indeporte anda algo atareada buscando un acercamiento con uno de los “candidateables” a la próxima gubernatura. Alguien ya le vendió la idea (espero no haya sido su asesor), de que podría convencerle de ser arropada y conseguir pues su objetivo; sin embargo, el círculo de este cadidateable no ve con buenos ojos la combinación y han surgido por ahí opiniones adversas.
“Checa esta foto”, mientras dirigían el celular a la vista del candidateable y la mueca que hizo no fue cordial.
No le han transmitido absolutamente nada, pero seguro que seguirá intentando porque ya vio que el discurso de “por instrucciones de…” no ha surtido el efecto que buscan, a mi gober nunca le llega la tarjeta informativa de lo que dijo o hizo, porque no alcanza a ubicarla políticamente en el futuro cercano.
Buen intento, como de todo aquel que ella misma señaló hace unos cinco años en su primer discurso, una dependencia que se usó como trampolín, hoy parece más una plataforma de 10 metros desde la que busca clavarse sí o sí, para seguir pues como una de las tantas que se prenden del erario.
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