La Columna: Somos muy parecidos
Y de alguna manera, los “hermanos” hondureños deberían aprender de las lecciones que hemos atravesado los aficionados mexicanos; es fácil, cuando en Rusia le ganamos a Alemania, por primera vez en un juego oficial, en la historia de este deporte llamado futbol, claro que hubo sueños, por todos lados hubo emoción, porque esa clase de triunfos son así; sin embargo, guardemos proporciones, no es para nada lo mismo lo que México hizo en Rusia contra Alemania, que lo que sucedió el pasado viernes en San Pedro Sula.
Hay una realidad que deben aceptar, por ejemplo, que para poder comenzar a aspirar a que ese tipo de resultados pueda ser más constante, que Honduras piense futbolísticamente en ponerse al tú por tú con los de primer mundo del futbol, primero deben hacer costumbre jugar de tú a tú siempre, en Honduras o en México, ante el equipo que tiene la mejor liga en la actualidad.
México está en ese eslabón en el que están los que aspiran a militar en el primer mundo del futbol, no llega y quizá está lejos, pero buscar acercar a Honduras al nivel de México, podemos hablar de si el equipo mexicano, en la actualidad, les parece limitado, con poco talento, pero también en algunas ocasiones, Honduras no ha podido ni meter las manos, en México o en Honduras.
Basta con revisar los números de enfrentamientos entre estos dos equipos y no se trata de hacer presunción, sino de encontrar bases para tener referencias más sólidas y emitir juicios.
Hay que comenzar desde casa, hay que modificar estructuras, trabajar en la formación con objetivos más específicos y cuando se decidan a hacerlo, verán cómo pueden competir a otro nivel, porque para mala fortuna, en nuestro país no dejan de restarle interés a lo estructural, que un día creció, les dio desarrollo y los dirigentes prefirieron estacionarse ahí.
Pero si continuamos en unos dimes y diretes que si por una victoria ya están a la altura, perderán un tiempo que en México llevan perdiendo décadas, sin priorizar el crecimiento para dar paso a tener escaparate y dinero falaz.
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