La Columna: Todos pueden aspirar
Si el tema de cuestionar a un servidor público desde una postura analítica de sus funciones, puede provocar polarización en un asunto ya meramente político, no hay ni por lo menos la mínima oportunidad de razonar con alguno de sus seguidores.
Es obvio que en los intereses políticos de uno, se inmiscuyen todos aquellos que, de manera directa o indirecta, buscan algún beneficio en ese tema; por ejemplo, hay quien desde el tema de la “imagen”, trabaja pensando en que algún suspirante (corcholatas les llaman ahora), pueda tenderles la mano.
Quizá estos personajes saben bien cómo se mueve el asunto, pero salir a las redes sociales a aplaudir o a ir “creando una tendencia de opinión” entre sus más cercanos termina siendo ya una fórmula bastante gastada para el personaje en cuestión y es fácil, por ejemplo, aplaudir hoy las encuestas “serias” para crear una tendencia, viniendo de alguien que reconoce a las encuestas como un instrumento manipulable, es como encontrar un pleonasmo en palabras consecutivas.
Después, que desde la “opinión” se pueda destacar a tal o cual personaje, dentro de un área que no dominan, por ejemplo, aplaudirle a carretadas a alguien que está relacionado con la educación, pero se desconoce la estructura magisterial y lo amorfa que es esa masa respecto a las tendencias, es hablar al aire, es el afán de figurar únicamente ante el personaje en cuestión y no realmente convenciendo a los demás.
En deportes no se puede variar demasiado, ya quedamos claros con que los deportistas no siempre son buenos dirigentes, ni por lo menos aceptables y no es que no suceda una excepción, ésta debe ser generalizada en la opinión pública y no por el texto orientado de alguien que, a leguas se nota, puede tener un conocimiento específico en cómo “crear tendencia”, que nunca se traduce en éxito. Vuelve a ser un tiro al aire que si pega, habrá pues valido la pena, pero no siempre sucede.
De inicio, los más “orientados” son aquellos que aplauden a dos corcholatas principales que se quieren vestir de guinda, saben que la política tiene un solo camino, el de la negociación y de ahí no hay más. Uno parece tener todas las fichas con una innecesaria publicidad pagada en redes sociales sobre encuestas, el otro parece tener paso más firme que hace poco ruido… ya se verá cuál es la estrategia que más funciona, porque cuando la sed es real, no hay agua que lleve a la saciedad.
Opmerkingen