La Columna: Un duro revés

Que te haya corregido la tarea el TAS, no es más que un síntoma más de lo mal que se decide en México desde los reglamentos de competencia, hasta las preferencias para tal o cual, dependiendo que tan amigos sean de quienes controlan el futbol en nuestro país y lejos de resultar algo reivindicativo, es de bastante pena que el mundo tenga noticias de este tipo, de un futbol que presume otra cosa.

Que haya decidido en el TAS que la Liga MX haya revertido un “castigo” que consideró había interferido en un resultado, debería costarle el trabajo a quien se encarga de la “justicia” en la Liga MX, porque ya había decretado que Xolos tenía razón y un auxiliar técnico no registrado, que apareció en el banquillo, poco podía operar para que en la cancha sucediera algo; sin embargo, la queja surgió, que ese es otro punto, Miguel Herrera y quien haya decidido pelear esos puntos, debe entender que su “queja” sonó a una justificante de haber sido superados por un auxiliar no registrado, debería Xolos imitar la fórmula y no dejarle toda la responsabilidad al “Piojo”

Pero es un tema de nunca acabar, porque en México se suelen tomar este tipo de decisiones en todo. A veces hay quien afirma que, quienes están a cargo de estos puestos, deberían tener que contar con experiencia en cancha, para que el entorno le permita tomar mejores decisiones, o que sea un panel de personas que puedan contraponer argumentos y analizar las jugadas con las que hay que castigar, evitando que se puedan cometer imprecisiones que alguien más va a evidenciar.

En fin, Puebla recuperó los puntos que le habían retirado, Xolos tendrá que batallar un poco más por el Play In y el futbol mexicano volvió a necesitar que alguien le indicara cómo proceder en determinadas situaciones en las que, parece, se toman para “ayudar” a tal o cual.

Va a ser un fin de semana bastante apremiante para algunos equipos, mientras otros tantos deben administrar esfuerzos para alcanzar el objetivo al iniciar la Liguilla y el Apertura 2023 ya tiene otra anécdota más que relatar cuando se trata de contar lo que, con normalidad, es el pan de cada día en una organización que es la más precaria.