La Columna: Un lector molesto…
Leía con atención al menos un par de emails en los que los lectores nos daban su opinión, respecto al tema del Premio Estatal del Deporte y a pesar de que hay coincidencias sobre algún tema en específico, sobre la convocatoria y lineamientos y otros detalles, señalamientos sobre algún personaje y en algunos casos, los balances de quiénes debieron o pudieron, pero n alcanzaron.
Pero hay un tema que provocó mucha curiosidad y tuvimos que ir a dar una vuelta a lo que señalaban para reconocer detalles y nos comentaba un lector que, cómo exigimos en los medios que el premio tenga más seriedad, si los que salen elegidos titulares en el reglamento no asisten a la elección y en ese punto, de primera impresión, hay que reconocer que tienen razón, se supone que si salieron elegidos, es porque el organizador, el que convoca, considera que tienen la proyección y trascendencia necesaria, pero imagínese que, por determinada razón no asisten y sus argumentos sin inexplicables.
Por qué digo que son inexplicables, pues bien; hay que comenzar diciendo que sí, son muchos los que critican el proceso y señalan a los responsables, pero cuando les toca estar en la elección por insaculación, aprovechan que hay un “suplente” para evitar comprometerse en esa mesa y cuando digo comprometerse es que, saben que en la mayoría de las ocasiones, hay que estar en apego a la verdad de su profesión y no en los compromisos que tienen con tal o cual, que está relacionado con algún candidato al PED o que será parte del jurado; es decir, no quieren ser reporteros, porque antes son “amigos” o “trabajadores” de tal o cual y estar en esa mesa los obliga. No quieren quedar exhibidos.
Después, hablan tanto que cuando llega un momento como éste, no son capaces de demostrar sus palabras con análisis, quizá desconocen lo que deben hacer y argumentos para cumplir con su papel, es una realidad del deporte en Chiapas también, un proceso viciado porque las autoridades así lo propician.
No podemos dejar atrás la obligación, la responsabilidad social de quien eligió una profesión, pero de a poco se va encargando de desestimarla con ese tipo de acciones; después van a una redacción, a un micrófono o delante de una cámara para exhibir “sapiencia” con una “crítica” furtiva hacia la autoridad, pero no es de ahí desde donde se puede aportar lo que se necesita para un cambio, es desde esa mesa, donde se separa el trabajo y la responsabilidad social, de cualquier interés personal.
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