La Columna: Un triunfo inesperado

Quizá en el entorno de la Selección Nacional han asumido la tendencia a no ser favoritos, quizá en un discurso en el que se pretende no elevar expectativas, a pesar de que se evidente que, el representativo nacional tiene talento y parece que Javier Aguirre ha conseguido algo que pocos pueden hacer, su jerarquía impide que alguien le pueda “toser” en el equipo y con Rafa Márquez a un lado, no hay manera de que alguien pretenda “enseñarles” cómo hacer las cosas.
También hay que confirmar que Aguirre Onaindia tiene un don especial, puede sortear sin complicaciones, la conferencia de prensa más compleja que alguien pueda imaginarse. Basta con recordar aquella conferencia previa al duelo ante Argentina en el mundial de Sudáfrica 2010, cuando se enteró que todo el mundo los daba por eliminados y transmitió el sentir del equipo; quizá el resultado tiene sus circunstancias, pero la Selección hizo a Aguirre madurar en la relación con los medios. (Esa de Sudáfrica es una historia triste).
Con esa combinación y en el ambiente, una final ante Panamá en un torneo que tiene cuatro años y que iba a tener un escenario inédito en su desenlace, México llegó con nada que perder, pero sabedor que, con lo mínimo en la cancha, le alcanzó para sumar este trofeo. Que si es demasiado en el festejo, si por ahí hay exageración, bueno, tampoco es como para dejar de disfrutar estos triunfos pequeños, el paliativo para un compromiso en el que se tiene todo en contra.
La Selección ganó en muchos aspectos, principiando por el ánimo en el ambiente, un entorno que tiene de todo: medios de comunicación amigos, otros contras, dirigentes opositores al proceso y algunos otros que decidieron poner al “Vasco” por tercera ocasión al frente de la Selección y a partir de ahora, a pensar en un buen año, para llegar al 2026 con expectativas más sólidas, un equipo mejor trabajado y un plantel que debe reconocer la guía de quien está al frente, de quienes les arropan y responder en esa misma dirección con el talento que tienen.
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