La Columna: Una final que se espera
La polémica sobre quién es el equipo más importante del futbol mexicano, debe quedar disipada este mismo torneo. Chivas está en la final y México lo sabe, lo siente y todo aquello que se vuelve garbo y presunción, se transforma en orgullo para quienes, reconocen, el proyecto deportivo en el Guadalajara tiene un grado de dificultad más alto que del resto de 17 equipos en la Liga MX.
Sí, hablarán de Ormeño, de Mascareño y de esos casos que sirvieron de ejemplo para renovar los valores de un equipo que permite en sus filas a jugadores mexicanos, que destacan la posibilidad de abrir la puerta y que, desde hacia varios torneos, había tenido en los puesto de quienes toman decisiones, a elementos que conocían la ideología, pero estaban lejos de aplicarla, pensando que en Chivas puede estar cualquiera.
De nuevo, tuvo que ser una fórmula extranjera la que entendiera a la perfección el tema y se aplicara. Tuvo que ser un entrenador que, de primer contacto, viviera en el seno de un equipo que no permite ideologías contaminadas por nuestro futbol, porque vaya que por Chivas han pasado estrategas de mucho renombre, que han salido por la puerta de atrás.
Ricardo Peláez fue considerado como el “Rey Midas” de la dirección deportiva, Víctor Manuel Vucetich es el “Rey Midas” del banquillo y estos personajes estuvieron al mismo tiempo en Chivas, pero ninguno entendió lo que debía pasar con este equipo. En Chivas hay necesidad de reconocer al jugador mexicano y si es formado en el seno de los Rojiblancos, evidentemente tiene un plus. La identidad y el amor por los colores nunca se van a encontrar en los contratos millonarios con los que pueda llegar una figura que, quizá, reconoce el valor de la playera, pero no tiene la sangre que le entrega el orgullo de comer esa ideología desde muy pequeños.
Que el porcentaje de jugadores formados en Chivas esté equiparado con el de refuerzos, que algunos pueden caer de pie en el Guadalajara y otros deben trabajar el extra, parece que se muestra en la cancha con ese extra.
Hace algunas semanas, alguien decía que Chivas no iba a poder nunca con esa fórmula y ahora que sus palabras pueden quedarse sin argumento, han cambiado el discurso, afirmando que al sistema le conviene que Chivas “ande bien”. Ahí es donde Chivas obtiene mayor gradeza que nadie en el futbol mexicano.
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