La Columna: Una lectura negativa

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Habíamos tratado de evitar tocar temas relacionados con el Indeporte y su directora, porque los tiempos no son y porque todo puede llevarse a un terreno poco deseado; sin embargo, es necesario tocar un tema que recién sucedió y que tiene una lectura negativa para todos los participantes, aunque no queda duda que las intenciones son buenas.

Que de la nada aparezcan 17 mil pesos para “reconfortar” a un atleta que ganó el PED por tercera ocasión, pero que por esa cuestión no recibe en su segundo triunfo y en su tercero, el estímulo económico, porque así se marca en la convocatoria, habla de que cada uno adecúa las modificaciones a su antojo y que, quizá, el jurado debe considerar para el próximo proceso.

Que si Max Betanzos tiene méritos o no, ya se analizó en una mesa de elección, donde también se decidió repetir en lugar de premiar a alguien que pudiera tener más “necesidad” por llamarlo de alguna forma y que pudo ganar por primera ocasión; después, es evidente que alguien fuera del Indeporte, que quizá no tiene tanto conocimiento sobre el PED, acercó al atleta con el Ejecutivo Estatal y era lógico que se decidiera darle un “estímulo” en honor a la justicia.

Y no está mal, insistimos, pero ya se ha señalado que el PED es bastante manoseado ya como para que este tema tenga que ser iniciativa de alguien más, ya sucedió hace unos años, cuando una nadadora tenía a un familiar “cercano” al ejecutivo en cuestión y al no resultar ganadora del PED, se estableció el Premio Gobernador, que recibió en una ceremonia aparte y se siguió entregando hasta que un taekwondoín decidió desdeñar el Premio Gobernador (que cumplía una especie de consolación) y lo metieron con calzador entre los ganadores.

¿Qué seriedad puede tener entonces el PED?, siempre sucede algo y no vamos a quitar el dedo del renglón, que pase significa que sí se puede hacer, pero no es iniciativa de quien debiera, para mala fortuna de los deportistas; después, pobre jurado que ya es señalado siempre por el conflicto de intereses que genera tener a personajes en el jurado que pueden dar ventaja a ciertos atletas, como para que, ahora, vuelvan a quedar en evidencia, elegir a Max por tercera ocasión terminó derivando en un “acto de justicia” de una convocatoria que tiene, como éste, un sinfín de situaciones que cada uno interpreta a su manera.