Leonardo y la Estrella que cayó del firmamento llamada Navidad
Capítulo Dos
Autora: Guisella Toro
La luz ya los cegaba y era tal brillantez que parecía de día en ese lugar…
El cielo quedo iluminado con la impresionante luz que producía Navidad, era una estrella gigante que se acercaba, la fuerza de gravedad que generaba también comenzó a provocar un fuerte movimiento telúrico, el agua del mar parecía embravecido, las olas se levantaban más altas como queriendo alcanzar el cielo. Un remolino se formó desde lo más profundo de las aguas, acarreando en el torbellino con toneladas de agua. La luz de Navidad hacía que todo se viera tan claro como el resplandor de una bella mañana al medio día.
Leonardo y sus padres observaban a su alrededor lo que estaba ocurriendo con tal incredulidad, que pensaron que estaban soñando. Jorge y Sara, abrazaron a su hijo e inmediatamente corrieron hacia dentro de la casa, cuando se dieron cuenta que la estrella estaba cada vez más cerca de ese lugar. El pequeño Leonardo se resistió a meterse, pero sus padres lo jalaron, para protegerlo de lo que pudiera suceder; sin embargo después de cerrar la puerta, corrieron hacia la ventana de la pequeña salita y se quedaron parados ahí, abrieron la cortina para ver lo que seguía ocurriendo afuera.
Mientras tanto en el Observatorio Planetario de México y otros del mundo, estudiaban la trayectoria del objeto a través de sus enormes telescopios. No daban crédito como una Estrella tan grande se acercara tanto a la tierra y además amenazaba con caer en ella. Inmediatamente los más prestigiados astrónomos fueron llamados, para saber porque estaba ocurriendo ese fenómeno. En todos los países como Rusia, Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y México; comenzaron a preparar sus brigadas, para ir en búsqueda de la estrella, sí entraba y caía a la Tierra. Entre los que comandaban esa brigada estaba el Físico Astrónomo José Luis Toledo, oriundo de Oaxaca, con fuertes raíces chiapanecas. Recibieron el reporte de su trayectoria y el posible lugar de impacto, sin esperar más los científicos partieron de sus países para llegar al lugar lo antes posible. Los científicos mexicanos comandados por José Luis, sabían que tenían que llegar antes que todos y sin esperar la autorización del Director del Observatorio, partieron con el último reporte con destino a las costas de Oaxaca y Chiapas.
En el universo, Gálatas había sido llamada. Todas las estrellas esperaban el desenlace y destino de esa joven estrella que soñaba con partir a la Tierra, para ser amada por los niños y las niñas del mundo, nadie entendía como había podido convencer al Creador del Universo. Sin embargo, nadie supo también cuál sería la misión de Gálatas, hasta que llegara a la Tierra se sabría qué sucedería, el Creador no quiso anunciar nada.
La joven Estrella se despidió de todas y gustosa salió de la atmósfera de gravedad que la sostenía, nadie entendía como teniendo una vida con muchos millones de años, la despreciaba por irse a la Tierra y terminar su vida en poco tiempo. Gálatas iba feliz, brincaba de alegría y esa noche que Leonardo le hablaba, brincaba aún más, llevaba ya cerca de cinco días viajando con destino a la Tierra, pero a simple vista no se había observado hasta que ya faltaban tan solo unas horas para entrar al planeta Tierra. Al entrar a la atmósfera del Planeta Tierra se convirtió en un gran bola de fuego, la joven Estrella estaba muriendo, pero en medio de esa incertidumbre confiaba en lo que el Creador del Universo le había otorgado y de los procesos que pasaría para convertirse en otro ser vivo, después de eso el siguiente proceso sería salir del mar para convertirse en su deseo más grande. ¿En que se convertiría Gálatas?
Leonardo y su familia continuaban frente a la ventana observando cómo había dejado de brillar “Navidad”, para convertirse en una gran bola de fuego, el niño se entristeció de saber que ella había dejado de existir y que se había convertido en fuego:
-Mamá, pobrecita Navidad… ¿Ha dejado de existir verdad?-pregunto a su madre-
-Si hijito, Navidad ha dejado de existir, ahora está a punto de entrar a la Tierra. Nunca había presenciado la extinción de una estrella, es realmente asombroso ver todo esto.
La bola de fuego atravesó el cielo de la noche, iluminando a su alrededor y moviendo las aguas que parecían recibirla con los brazos abiertos, el remolino que se había formado se abrió aún más, para dejar entrar en su centro la enorme bola de fuego que desapareció entre sus aguas. Como por arte de magia cayeron las aguas nuevamente, llevándose hacia el fondo marino a Navidad. Los peces, tiburones y demás animales marinos no entendían que estaba sucediendo, pero sabían que algo grandioso estaba por suceder.
Navidad había muerto, aquella inquieta estrella dejo de existir en su forma resplandeciente, la bola de fuego llevaba en su centro una nueva masa viva que al caer al agua comenzó a transformarse en otro ser vivo. Por su fuerza y peso de entrada, fue cayendo hasta lo más profundo del mar, atravesó grandes arrecifes y a su paso iba cambiando en su forma, cada vez volviéndose más fuerte.
Afuera el cielo había quedado desierto, como si no hubiera pasado nada. Varias familias de pescadores también habían visto el arribo de Navidad a la Tierra, pero solo la familia de Leonardo presenció de principio a fin la desaparición de aquella Estrella. A los pocos minutos en el cielo se escucharon ruidos de avionetas y helicópteros sobrevolando la zona, buscando algún indicio del lugar donde había caído el objeto del cielo. Eran los científicos mexicanos que buscaban el lugar exacto de la caída. Un enorme buque con plataforma arribo también a la zona, donde aterrizo uno de los helicópteros, del cual bajó la brigada comandada por el Astrónomo mexicano José Luis Toledo. El lugar exacto de la caída de la estrella estaba entre los litorales de los estados de Oaxaca y Chiapas.
Leonardo y su familia observaban a lo lejos el movimiento de las naves aeronáuticas, sorprendidos por toda la búsqueda que realizaban. En ese lugar nunca ocurría nada, los únicos barcos que se veían, eran los de las empresas pescadoras y por ello las familias de ese lugar habían salido a ver todo lo que estaba sucediendo. Eran más de las dos de la mañana y nadie se movía del lugar, las familias seguían atentos a todo lo que hacían los científicos a lo lejos, las enormes luces que llevaban los helicópteros y avionetas parecían grandes faros. Sin embargo Jorge, Sara y Leonardo decidieron irse a dormir, no podían seguirse desvelando ya que en poco tiempo Jorge partiría a su jornada de pescador, solo le quedaban dos horas para subirse a su lancha e irse a pescar.
Los científicos buscaban y buscaban con unas máquinas, para captar alguna radiación o movimiento en el fondo de mar, sin obtener respuesta alguna. No entendían porque no arrojaba ninguna señal. Después de tres horas se dieron por vencidos. Decidieron que enviarían un submarino, para ver si con él, lograban encontrar el objeto que había caído al fondo del mar. Con el acuerdo entre países en materia de aeronáutica espacial, también unirían la búsqueda con sus científicos, ya que era la primera vez que nadie había descubierto en tantos años, como es que esa estrella salió de su gravedad y terminó su vida en tan solo cinco días.
En el fondo del mar Navidad se iba transformando hasta convertirse en una estrella de mar con ojos azules, su cuerpo tenía un color rojo purpura, brillaba al moverse como una luciérnaga. Era sin duda una especie nueva en ese océano inmenso, pocos animales marinos tenían la belleza que Navidad tenía. Pasado un rato, abrió los ojos, se movió y al instante recordó el proceso que había pasado con su extinción, en segundos pasó por su mente que ahora sería una estrella, pero en ese mundo marino, debía ser paciente y hacer cada una de las cosas que el Creador le había ordenado hasta convertirse en…
-¡Hola, bienvenida a nuestro mundo marino! –Le grito un pulpo adulto, que la obligó a salir de sus pensamientos-.
-¡Hola! ¿Podría por favor decirme en donde caí exactamente?
-Estamos en territorio mexicano, en las costas de Oaxaca y Chiapas. ¿Cómo es que tú caíste del cielo? ¿Quién eres? ¿Porque eres tan bonita? Pareces una estrella, brillas al moverte –Le dijo el pulpo a Navidad-.
-Me han enviado a una misión. Nuestro Creador del Universo, ha cumplido mi deseo de bajar a la Tierra y ayudar a que este mundo sea mejor, no puedo revelarte más, solo te pido que me ayudes a que el poco tiempo que este entre ustedes, pueda ser un buen tiempo conviviendo y ayudándonos –le pidió Navidad al pulpo-. ¿Cómo te llamas?
-Mi nombre es Pulporrosco, soy el representante de todos los animales en esta área del mar, ayudo a los demás y concilio para que todos nos llevemos bien.
-Mucho gusto Pulporrosco, te agradezco que me recibas con tal alegría, de donde vengo no podemos expresar nuestros sentimientos. Es lo que más me gusta de este mundo. Por eso pedí venir aquí y sentir ese calor, con ustedes y con los humanos. ¿Podrías decirme que figura tengo, a que me parezco o como soy? –preguntó Navidad a Pulporrosco.
-Eres muy hermosa, pareces una estrella del cielo, tienes ojos azules al frente, tienes siete picos, por lo que eres diferente a la Estrella de Mar que habita entre nosotros, eres color roja y cuando te mueves brillas como una luciérnaga que habita en el mundo externo. ¡Es más! Si quieres te puedo llevar donde está un espejo que refleja nuestra imagen, cayó de un barco que se hundió hace muchos años y ahora nosotros lo usamos para vernos. Con el finalmente nos conocemos, está cerca de los arrecifes. Vamos te llevaré, para que te veas –Le propuso Pulporrosco a Navidad.
-¡Si vamos! –Le inquieto saber cómo era ella físicamente, quería conocer ese “espejo” ya que nunca durante su vida de estrella del universo, pudo saber y conocerse como era físicamente-. Al moverse perdió el equilibrio, apenas estaba comenzando a sentir cada parte de su cuerpo y no sabía cómo avanzar, por lo que el pulpo la ayudo a moverse. Desde que cayó del cielo, él se había acercado a ella, porque se dio cuenta que tenían muy parecido el cuerpo, aunque con diferente color.
-Vamos, te ayudaré a avanzar en lo que te acostumbras a tu cuerpo –Le dijo Pulporrosco y la tomó de uno de sus tentáculos para que nadara-.
-Gracias, no sé cómo andar, pero me acostumbraré a este nuevo cuerpo que el Creador del Universo me ha regalado –Dijo Navidad-.
En la Tierra, Leonardo y su familia habían despertado para su rutina de todos los días. Darle de desayunar a su padre, quien luego partía de casa para irse a pescar. El y su madre se volvían a dormir una hora más y luego lo levantaban para que desayunara.
Ese día se fue a la escuela con gran tristeza, su amiga Navidad había dejado de existir, ahora no tendría a quien contarle sus aventuras de héroe de mar. Su madre y él caminaron hacia la escuela, sobre el camino observaron que habían llegado muchas camionetas, llenas de hombres y mujeres con tez blanca, parecían extranjeros, andaban preguntando a las familias sobre la caída de la bola de fuego en el mar. La gente de ese pueblo era muy comunicativa y no dudaron en relatar lo que habían presenciado, algunos hasta ya habían creado historias de ese evento. Sara inquieta por eso que estaba ocurriendo, le dijo a su hijo:
-Leonardo vamos hacer una cosa…Si alguien de esas personas te preguntan si viste lo que pasó, les dirás que no viste nada, que tú ya estabas durmiendo. Hijito si contamos lo que vimos, no nos dejaran en paz, es mejor que nadie sepa que desde temprano vimos todo. ¿Me entiendes, porque verdad?
-Si mamacita, lo entiendo y te prometo que no diré nada. Estrella era mi amiga y no quiero que ellos sigan aquí, investigando de su explosión.
-Bueno, entra ya, al rato que regreses tú y tu padre, después de comer, iniciaremos con la colocación de nuestro Nacimiento y avanzaremos con el Arbolito de Navidad.
-¡Sí, Yupi! –gritó Leonardo, era una de las cosas que más disfrutaba en Navidad, ponerse a adornar toda la casita donde vivían.
En el mar, Jorge tiraba y tiraba su atarraya, sin éxito, no conseguía pescar nada, era como si los peces no existieran. Pasaron más de cuatro horas y no conseguía pescar nada. Decidió darse por vencido, oró agradeciendo ese día y le pidió al creador que el siguiente día lo bendijera con una buena pesca para él y su familia. Eran tiempos de fiesta y le había prometido a su pequeño Leonardo comprarle zapatos nuevos y aunque su esposa no le había pedido nada, le compraría un lindo vestido con zapatillas que siempre había querido.
En el fondo del mar, Navidad y Pulporrosco llegaron al espejo, por primera vez ella veía como era su cuerpo, observó el color de su piel y que tenía ahora siete picos que se movían. Le gustó lo que vio y comenzó a reírse y a saltar de contenta, como cuando estaba en el universo, al hacerlo comenzó a dominar ese nuevo cuerpo y entonces lo hizo de nuevo y de nuevo y de nuevo, giro y giró tanto que parecía que estaba bailando.
Pulporrosco la vio tan feliz, que no la interrumpió y decidió dejarla que disfrutara de ese momento frente al espejo. La pequeña Navidad se emocionó tanto, que decidió nadar y nadar hacia arriba. Pulporrosco la siguió, brincando como ella, le había contagiado la alegría. Ella subió y subió hasta que de pronto sin darse cuenta en su vaivén sin ver por dónde iba, chocó contra una pared lisa, al hacerlo el golpe la expulsó fuertemente.
Navidad y Pulporrosco habían llegado a la superficie externa. El choque la sacó y voló hacia afuera como si fuera un pez brincando de las aguas profundas. Había chocado con una lancha pesquera y en ella iba Jorge, que al sentir el fuerte golpe, pensó que su oración había sido escuchada y que muy probablemente un banco de peces grandes había golpeado su lancha; sin embargo al voltear la cabeza hacia donde había sentido el golpe, vio salir volando una especie de Estrella marina, tan brillante que parecía una estrella del cielo, con luz propia y de un color rojo purpura. Al verla quedó hechizado por su belleza.
¿Que era ese animal que nunca había visto?
Navidad voló y se dio cuenta que estaba afuera de las aguas. En su paso por el aire vio sobre la lancha a un humano y además era el padre de su amigo Leonardo. El Creador era generoso con ella, le había puesto sin buscar demasiado a Jorge, para continuar con la misión que le había encomendado.
¿Qué pasará con Jorge y Navidad?
¿Se conocerán ese día?¿Cuál será la Misión de Navidad en la Tierra?
No te pierdas el tercer Capítulo de Cuento de Navidad…
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