Listos los cultivos de cempasúchil

Tuxtla.- Cuando pensamos en Día de Muertos, viene a la mente la ofrenda en el altar, y un olor y color específicos: el naranja y el aroma del cempasúchil, flor que enaltece las mesas, decora e identifica nuestra tradición, que ya está lista en los campos chiapanecos para ser cortada y llegar a los mercados.

Su nombre proviene del náhuatl “cempohualxochitl”, que significa “veinte flores” o “varias flores”; nuestros antepasados asimilaban el color amarillo de la flor con el sol, por lo que la utilizaban en las ofrendas dedicadas en honor a sus muertos.

Desde hace 40 años, don René se dedica a su cultivo, tiene dos hectáreas dedicadas a la siembra de esta flor además de la de seda o cresta de gallo y el girasol, así como el limón, yuca y demás hortalizas que le dan sustento a su familia.

Lo visitamos porque del 20 de octubre al 2 de noviembre, se dedican a cortarla para comenzar su venta y distribución, cuyo precio varía según la oferta y la demanda; nos comenta que a veces vale y a veces no, porque a veces no hay y otras viene de otro lado.

“Cuando no hay mucho la flor vale, llega a valer hasta 100 pesos un manojo así, y por lo regular es variable, puede valer 80, 50, 30, hasta 10 pesos”, señala; en su familia, la cosecha les deja una producción anual de mil manojos en promedio, tras un arduo trabajo que comienza a mediados de año.

Para esto primero emparejan el terreno con tractor, luego usan caballos, es en julio cuando empiezan a preparar el terreno y en agosto se trasplantan, para que a estas alturas del año ya estén listas y comience la cosecha, actualmente están dando en 50 pesos el manojo, y con los años ha ido aprendiendo cómo hacer su trabajo.

“La flor del macho es más chiquita, si cortamos al macho antes cae la hembra, entonces la hembra detiene al macho, y por eso ahí está, hasta el día del corte vamos cortando pura hembra, pura hembra, pura hembra, y el macho ahí va quedando, o sea que lo vamos tumbando también”, explica.

Aunque el es el que lleva más tiempo dedicado a la siembra, toda su familia le hace segunda, lo mismo hombres, mujeres y niños que le han agarrado amor a lo que hacen y disfrutan de pasear bajo el sol y entre las flores, en su terreno ubicado en la Rivera Las Flechas rumbo al aeropuerto.

“Si lleva trabajo, porque así como este año que llovió mucho, crece mucho el monte, hay que limpiarlo con la coa, con arado para que quede más limpio”, nos explica. Para esto se vale de la ayuda de más gente, que año con año acude a trabajar para tener inventario que surta la temporada alta de Día de Muertos, tanto en Chiapa de Corzo como en otros municipios de los alrededores.

La tradición marca hacer senderos con las flores de cempasúchil, desde el camino principal hasta el altar de la casa con la finalidad de guiar a las almas hacia los altares, tanto por su color como por la fragancia que tanto esperamos a lo largo del año, para el inicio de una de nuestras épocas más festivas.