Maika García, diseñadora por pasión
- ALEJANDRA OROZCO
- 15 jun 2022
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 15 nov 2022
Tuxtla.- María del Carmen, mejor conocida como Maika García Gutiérrez, es diseñadora de modas, educadora y en resumen, se dedica a ser feliz, una labor que considera fácil cuando te inspiras y haces lo que quieres, a ella le encanta tener libertad de hacer lo suyo cuando una clienta llega y le da la confianza, pues se inspira, hace, propone, ante todo es eso lo que lo hace fácil y satisfactorio; quienes requieren algo especial también lo elabora, lo difícil es la parte de que muchos piensan que vas a tener una súper empresa, pero todo se trata de procesos.

“Yo crecí entre telas e hilos, mi mamá se dedicaba a eso, ellos son de Chiapas pero se fueron a vivir al Distrito Federal, ahí hicieron su vida y luego regresamos, fui aprendiendo poco a poco, a mis 15, 16 años le ayudaba a mi mamá para que me dieran permiso de salir, nunca lo vi como algo difícil, desde los 14 años yo me hacía mi ropa, en vez de buscar en mi closet, iba a las telas de mi mamá y me lo hacía, empiezo ayudándole y llega el punto de elegir una carrera, primero me incliné por el diseño gráfico o la arquitectura, pero me fascinan los niños y recuerdo que mi papá me decía que la docencia era de mis primeras opciones y decido entrar a educación preescolar”, señala.
Sin embargo, recuerda que desde segundo semestre la mandaban a prácticas, empieza a conocer el mundo de los niños y le fascina, para esto seguía ayudando en casa y llevaba su carrera, no era algo conflictivo, la normal era de puras mujeres y le encargaban ropa, en ese momento no les cobraba, sino que le encantaba ver a sus amigas en una fiesta bailando y portando algo que ella había hecho; era como su pasarela, entonces ejerció su carrera 10 años, empezó a estudiar en la tarde y trabajar en la mañana y se iba dando, hacía la ropa para los eventos de primavera, para la pastorela, era muy creativa para montar los vestuarios, y considera que trabajar con niños es fascinante.
“Mis pequeñas pasarelas empezaron ahí, cuando pasa un tiempo me caso, me vengo de Chiapa a Tuxtla Gutiérrez, mi primer embarazo se empieza a complicar y en esos lapsos que tenía que descansar hacía dibujitos, lo llevaba a la par sin darme cuenta cuánto me apasionaba, recuerdo que mis aguinaldos, porque trabajaba en escuelas particulares, en lugar de pensar en otra cosa me compré mi máquina de coser, para mis cosas, mi ropa, sin pensar en llevarlo a otro punto, seguí dando clases, mis clientas eran mis amigas, llegaban con chucherías y les hacía su ropa”, recuerda.
Fue gracias a su prima y una de sus mejores, Moni y Rosy, que eran como sus maniquíes, que comenzó a hacerlo en serio, su prima tenía un estilo ejecutivo y su mejor amiga el suyo propio, y les hacía ropa como hobbie extra a lo que ya hacía, ellas la empezaron a recomendar con familiares pero no se quería meter a hacerle a otras personas, porque ya es otra responsabilidad, seguía trabajando y ellas insistían, entonces se embaraza de su segundo bebé y también tuvo que guardar reposo.

“Nace mi bebé, el otro se va a primaria, decido no trabajar un año, y ahí es donde empiezo a buscar qué hacer, hace 10 años, mis amigas arman una pasarela en la sala de mi casa y cuando vine a ver ya había espacio, patrocinadores, modelos que eran amigas y familiares, cuando llega el día esperábamos 80 personas y cuando me toca salir a mi, me impacté, eran 250 personas, medios de comunicación, cuando para mí era un hobbie, una fiesta entre amigos, entonces mis amigas me motivan a seguirle y crear mi marca Maika, que es como me decía un maestro… ellas me crearon mis páginas en redes, me hicieron todo”, señaló.
Todo lo que sabe es por su mamá, entonces decide involucrarla, en el colegio les daban diplomados y en los espacios de comida se metió a una escuela de diseño de modas para quemar el tiempo, luego iba y actualizaba a su mamá, hacía mucha amistad y eso ayudó mucho a enseñarle cosas nuevas, así entraron a la formalidad, se empezó a acomodar y a ser feliz, porque atendía a sus hijos, acomodaba sus tiempos, disfrutaba a su familia, y aunque el mejor título es ver el vestido pasar, se fue metiendo más en materia, fue a México a estudiar un workshop y meterse más en este mundo que solo era telas, colores y diseño, le empezó a gustar la asesoría de imagen, colorimetría, y otros temas.
Este 25 junio celebrará su décimo aniversario, algo muy padre para ella, pues apenas después de la pandemia se empezaron a reactivar, antes de eso tenía un establecimiento, una boutique, viene la pandemia, se cierra y se guarda todo, y aunque sus clientas la seguían buscando, y de hecho muchas empezaban como clientas y terminaban como amiga, empieza a trabajar a domicilio, aunque menos que antes, pero ahora está feliz de celebrar 10 años desde que inició esta aventura, que primero era un juego.
“Me encanta Chiapa de Corzo, son mis raíces, por eso me acerco al DIF y le propongo hacer ahí mi aniversario, yo pongo el show y que me echen la mano y sea a beneficio, me dan la oportunidad de hacerlo en el templo de San Sebastián, me emociona porque quizá no lo he vivido como el emprendimiento de un negocio, sino que lo disfruto, lo amo, y quise sacar a las modelos que estuvieron dispuestas a salir en mi primera pasarela, que son la mayoría, aquellas niñas que tenían 10 años… mis clientas son de todos los rangos, tengo desde niñas hasta señoras de 60 años”, adelantó.

Maricarmen, ve a Maika y la admira, no puede creer que va a hacer una pasarela con sus primeras clientas, sigue disfrutando, y nos adelanta que son 35 modelos e invitados especiales, como una amiga que es diseñadora gráfica y pinta padrísimo, ok quien se fusionó, pues ella arma la ropa y su amiga la pinta, en la pasarela podremos ver vestidos de noche con bordados, pintura, pedrería, todo este sábado 25 de junio a las 6 de la tarde, con un costo de 100 pesos la entrada a beneficio del DIF de Chiapa de Corzo, ahí mismo pueden conseguir los boletos, o bien en redes sociales, donde se encuentran como Maika Fashion Design.
“Levanto pedidos con 15 días de anticipación, si son de fuera con que vengan dos o tres días antes está bien, creo que es bien accesible para mí, me gusta ver a aquellos alumnos míos en preescolar que ahorita son universitarios, que me contacten para saludarme porque se acuerdan de mí y aparte me pidan un vestido, el hecho de haber dejado una huellita en un pequeñito y a la fecha se acuerde de mí, me siento orgullosa de ver su crecimiento, ha crecido no mi marca, sino la historia de vida de muchos, crecieron amistades, me fusioné con más gente”, dijo, pues incluso su familia ya hereda esta pasión.
Maricarmen recuerda que de chiquita le decían cuando se acercaba a la máquina que se iba a picar, a lastimar, y cuando su hija empezó a hacerlo la apoyó para hacer trazos, ella es muy independiente y eso quiere en sus hijos, enseñarles con cuidado, su hija ya hizo un vestido, una falda, ese momento fue muy bonito porque empezó como darle una clase jugando, cuando lo vio en el maniquí armado se lo llevaron a un concurso y ganó, ella todavía no entendía, pero hizo bocetos para el siguiente y siempre está aprendiendo de su mamá, aunque trabaja aparte, si algún boceto le gusta lo hacen y los muchachos saben que lo va a trabajar con ella, incluso hizo un vestido que se fue a un concurso a Panamá y de ahí a Estados Unidos.

“Estoy disfrutando mucho este proceso de planear la pasarela, no sé qué vaya a pasar después, trato de disfrutar lo más que pueda, sí me desvelo mucho, como todo artista, porque en ese momento me inspiro con mi música, mi incienso… yo tuve que sentarme con mi papá y decirle que iba a dejar de dar clases, aunque ya estaba grande nos inculcan el respeto, en ese momento analicé que su temor no era que no la iba a armar, sino qué iba a hacer cuando no me diera abasto, ahí entendí que no me estaba diciendo no lo vas a lograr, sino si estaba preparada al éxito, a lo que viene”, dijo.
Por eso, no se considera una mamá que prohíba cosas, pero sí los invita a analizar, pues de eso se trata la vida, de luchar por tus ideales, enfrentar las críticas sin que te duela, si ella es feliz haciendo lo que le gusta hacer sin estresarse, ¿por qué no darle libertad a mi descendencia? Maika está emocionada, pues es la primera vez que hace una pasarela en este templo, que no será una pasarela convencional.
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