Marcela Castillo, desea un Tuxtla próspero
Tuxtla.- En esta casa editorial estuvo de visita Marcela Castillo, que se define como un mujer tuxtleca, la de en medio de tres hermanos, mamá de un perrhijo adoptado, abogada, tía, prima y una mujer muy soñadora, pero también aterrizada en la realidad y contenta de tener muchos amigos, se considera soñadora porque los paradigmas, desafíos, obstáculos que tiene enfrente día a día, sueña que es capaz, como muchas mujeres, de vencerlos, superarlos y tener la oportunidad de dejar una acción importante en la sociedad para poder ayudar a salir adelante a otras compañeras y compañeros.
“Tuxtla es una capital joven, la mayoría está entre los 24 y 26 años, la mayoría femenina, también las juventudes están viviendo una época como nunca antes, las redes sociales, los medios de información inmediatos y los sucesos de anteriores etapas electorales han permeado en las juventudes, que se pueden sentir desconectadas, apáticas a lo que está viviendo nuestro país, viviendo procesos electorales y sin duda estamos viviendo la etapa de la transformación a nivel federal, 200 años tuvieron que pasar para tener una candidata mujer a la presidencia, Rosario Castellanos, Florinda Lazos y todas estas mujeres que han luchado por que estemos en este momento, me parece muy buena etapa para la democracia y las juventudes son parte de ella, es un contraste interesante”, consideró.
Al preguntarle por sus series favoritas, dijo que su top 3 son La ley de los Audaces, Downtown Abbey y House of Cards, todas tienen que ver con su profesión, en la juventud recuerda que vivía una etapa familiar complicada y había una convocatoria abierta del Instituto de la Juventud en el Centro Cultural Jaime Sabines, un concurso de debate político abierto a jóvenes, no le dijo a nadie, se inscribió, participó y para no hacer el cuento largo ganó el primer lugar estatal, que la llevó a San Miguel de Allende, Guanajuato, al nacional donde representó a Chiapas; eso le cambió el sentido de ver que había muchas más oportunidades que la realidad que estaba viviendo en ese momento, y piensa que si el gobierno no hubiera fomentado esos concursos, parlamentos, espacios de expresión, su realidad hubiera sido muy distinta, eso la marcó de tal manera que hay un antes y un después, a pesar de que desde chiquita supo que quería ser abogada.
“En cuanto a experiencias, hace poco estuve en Las Granjas, una de las colonias más grandes y con muchas necesidades en la ciudad, a pesar de lo que se ha avanzado, ahí tuve la oportunidad de conocer a una familia de colonos, una maestra que ha dedicado toda su vida a reformar a los jóvenes de la colonia a través del deporte y la educación, con varios equipos de fútbol, el tema de las drogas, de la delincuencia está muy latente, los jóvenes son susceptibles, luchamos para que un parquecito pudiera ser rehabilitado porque estaba abandonado, hace unas semanas me reuní con los niños, papás y la profe… si vieran, lo que para nosotros sería algo mínimo, una obra más, a ellos les cambia la vida, eso fue lo más bonito que me pudo haber sucedido, hoy esos jóvenes quieren ir a competir, representar, entrenar y ahí uno se da cuenta de que las pequeñas acciones sí impactan, es lo más satisfactorio”, dijo.
Por ello cree que hay que apostarle a la ciudadanía, aparte de los cargos o encargos es tuxtleca, el cargo es pasajero, transitorio, pero ella va a seguir viviendo aquí y trabaja para eso, para desde el espacio en que está, dejar un mejoramiento para la ciudad, cree que una de las mejores fórmulas para tener buenos resultados es el amor que se le tiene a la ciudad, hay decisiones no tan populares que son las que más benefician, ella ve una ciudad más renovada, avanzada, aún con tareas que cumplir por delante, más limpia, iluminada, ordenada que hace cinco, seis años, pues con voluntad y amor dice que sí se pueden hacer las cosas, prueba de ello es que hoy hay mojarras en el Sabinal.
“¿Cómo humanizar a la clase política? viviendo en el lugar que quieres gobernar, conociendo sus necesidades, sabiendo, preparándose y estudiando, pero principalmente siendo ciudadana, nadie puede querer ocupar un cargo si no conoce, si no ama y sabe la necesidad para mejorarla, y tener los pies bien puestos de poder decir que el tiempo es tan limitado de poder servir y dar muestra del buen trabajo, que hay que aprovecharlo para bien, la visión que tienen las juventudes, el relevo generacional, la idea progresista de la clase política, es eso”, señaló, por ello se registró como aspirante a la diputación federal del distrito 9, en Tuxtla.
“Hay que empezar por exponer a la ciudadanía que te dio la confianza tu plan de trabajo, qué vas a hacer y lograr en tres años, qué tanto peleaste por estar ahí, hacer foros, son representaciones, uno no puede llegar con un interés individual, hay que llegar con diferentes sectores, decirles: estas son mis propuestas, que te digan cómo mejorarlas, es es el primer paso para ocupar un lugar de verdadera representación, y todo tiene que ver con el arraigo y compromiso que tiene uno”, añadió.
Dijo que faltan muchas oportunidades para el sector que quiere emprender, para la economía local, el empresariado, pero también más allá de ser político, quiere ver bien a su ciudad, que haya continuidad de lo que se hace bien, saber de la gente, el potencial que tiene, han sido muchos años de rezago, falta de cariño, amor, lealtad y compromiso lo que ha afectado y hasta hace cinco, seis años han podido asomar la cabeza; puso como ejemplo que ahorita, la ciudad está en terapia intensiva, en rehabilitación, pues no se puede construir en cinco años lo que ya se ha venido desgastando; Medellín, Colombia es el ejemplo de la fórmula de la continuidad de los proyectos, solo así pudo salir adelante de una época fatal, que destruyó las bases de la sociedad y la economía, y eso solo lo pudo hacer la disciplina, confianza, honestidad y continuidad de los buenos proyectos.
“Cuando me veo al espejo, veo a una Marcela contenta, satisfecha, con la frente en alto de que el trabajo que realizó es el mejor dentro de la trinchera que me toca estar, las personas que tenemos verdadera vocación no estamos aferradas a un cargo, sabemos que en la trinchera que nos pongan vamos a poder servir de la mejor manera, y la política no solo se hace desde los colores, ideología o partidos, se hace en las calles, en la cultura, en el activismo, en la iniciativa privada, en todos lados; necesitamos participar, respetar el interés en la ciudadanía de que no es la decisión de unos cuantos, como sociedad estamos acostumbrados a exigir, pero también tenemos deberes ciudadano, que van desde barrer tu cuadra, tu puesto, es el deber ciudadano y eso era un ejemplo, no hay mejor manera de educar que con el ejemplo”, opinó.
Si pudiera pedir tres deseos para la capital, primero pediría que Tuxtla alcance su mayor potencial posible, que desarrolle cada uno de los recursos que tiene: humano, económico, geográfico, Tuxtla es bendecido por todos los servicios, historia y lo que tiene, que fuera de las capitales más reconocidas a nivel nacional e internacional por el desarrollo que pudiera alcanzar, que todos los tuxtlecos y tuxtlecos formaran un bloque ciudadano participativo, interesado, informado principalmente sobre quiénes son las personas que lo quieran representar y principalmente mucha paz, tranquilidad y desarrollo, que las familias puedan estar seguras de que Tuxtla es una buena ciudad para vivir e invertir, que siga siendo tan bonita, que no pierda sus tradiciones; puedes contactarla como Marcela Castillo en Facebook, Instagram, @marcecastillomx en TikTok, Threads y X, no hay manera de no estar comunicados o conectados.
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