Mayas, la cultura más conocida en el sureste del país
- Mario Aquino
- 5 mar 2021
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Tuxtla.- Referirse a una de las culturas más representativas del sureste mexicano, conlleva todo un proceso formativo que va surgiendo con el paso del tiempo, marcados por divergentes factores, un ejemplo sería su temporalidad, al igual que otras sociedades está divido en tres etapas, denominadas por los investigadores como: preclásico, clásico y postclásico; cada periodo corresponde a una fecha predeterminada, fraccionándose en “temprano, medio y tardío”.

Preclásico (1500 a.c-300 d.c)
Abordando los antecedentes de estas sociedades, se visualiza que inician a provenir del periodo arcaico con un sistema de recolección y caza. En las tierras de Guatemala, el sitio de los Tapiales presenta huellas de ocupación hacia el 9000 a.C. también se han encontrado puntas de proyectil tipo “clovis” en sitios como Ladyville y Colhá, en la región de Belice (las investigaciones muestran que estas zonas serían los primeros lugares habitables gracias al entorno que los rodeaba). Otros grupos sin duda navegaron mar a dentro desde las costas, pues desde el 8000 a. C. Ha podido fecharse la evidencia de actividad humana en las Antillas e islas del caribe; al mirar la evidencia del área maya, este sitio parece haberse dado también en una fecha en torno al 2000 a. C. (P. Carlos, 2011).
Basándonos en las investigaciones de la licenciada en lenguas Ilce Flemate, la palabra “Maya” engloba una serie de teorías no concretadas para su definición, pero se establece gracias a los rasgos geográficos, lingüísticos y culturales. Ahora bien ¿cómo iniciamos a distinguir estas temporalidades? Se ha establecido una línea del tiempo delimitando al preclásico (1500 a.c-300 d.c) Clásico (250-900) Postclásico (900-1500). La diplomada antes mencionada, aborda sobre la cosmovisión (forma de ver el mundo) sustentada en lo religioso, así como su orbe “sagrada”, ya que la existencia de todo su entorno y el cosmos en su totalidad se adjudica a la acción de energías o seres sobrenaturales. Los mayas definían a los Dioses, el mundo y al hombre como tres elementos con cualidades y funciones establecidas, no son concebidas como órdenes separadas e independientes; son aspectos de una misma realidad, que en una relación constante y dinámica logran constituir un universo armónico y equilibrado. De igual forma esta sociedad encuentra el cosmos dividido en una proporción tríadica: el supramundo, el plano terrenal y el inframundo; el supramundo, a su vez, se divide en trece estratos, posiblemente con forma de pirámide escalonada; y el inframundo (xibalbá) seccionado en nueve. Estos tres espacios a su vez se fragmentan en cuatro “rumbos” (coincidiendo con los puntos cardinales), encontrando diferentes deidades y elementos “divinos”. Cada una de estas partes representado por un color: el norte (blanco), sur (amarillo), este (rojo) y oeste (negro).
Con la ayuda de especialista en estudios mayas, podemos entender grandes procesos en este primer periodo, considerándolo un lapso de gestación para la gran cultura que se llegaría a formar, comenzando en una fase de caza-recolección, priorizando una adaptación de la flora y fauna sobre la comarca que estaban asentándose, conforme el paso del tiempo estos grupos buscaban un control de los ciclos de la naturaleza (Calvo. F, 2020).

Clásico (250-900 d.c)
Chiapas es un estado el cual formó parte geográficamente del gran apogeo vivido por la cultura Maya, el principio de este periodo está marcado por acciones en conjuntos los cuales se logra distinguir de la primera etapa de incubación, como lo son la arquitectura, las bóvedas mayas, estelas, escritura jeroglífica, cálculo del tiempo según la cuenta larga, cabe añadir que durante esta temporalidad se empieza a notar una fractura social con el establecimiento de “dinastías”. Se inician apreciar sitios con un gran esplendor como la cuenca del Mirador en Guatemala, especializados en el desarrollo del “Sacbé” (entradas de camino blanco) elaboradas de estuco o piedra caliza, las investigaciones que se llevaron a cabo muestran que dicha elaboración cuenta de 10 a 15 centímetros de espesor, sin dejar de lado su relación con la naturaleza basada en el respeto.
En el tema iconográfico se desarrollan grandes trabajos pictóricos, esto se puede ver en el sitio de San Bartolo, ubicado al noroeste del Petén; surgiendo un proceso político-social demasiado fuete para la región, creando “clases” donde solo la élite podía tener actividades educativas, artísticas, etc. pero ¿cómo fue esto? Principalmente los que se dedicaban a labrar las piedras, requería tiempo, debido a la dificultad que presenta, exhortaban tener hombres a su disposición que trabajasen por y para ellos.
En 800 d.C. corresponde al apogeo de Palenque, ciudad que solo adquiere su importancia en el siglo VII, bajo el reinado de K´inich Janaab´ Pakal; su historia lo define anteriormente llamado B´aakal (hueso) fue tan lacerada por las pugnas como cualquiera de sus contemporáneos. Sus mejores obras de arte, así como sus textos más largos fueron creados como reacciones ante derrotas y rupturas de su linaje real, mientras que nuevas dinastías rivalizaban para legitimar y consolidar su poder; la ciudad llegó en algún momento a establecer contacto con todos los grandes reinos clásicos y compartió relaciones de cooperación con Tikal, pero de antagonismo con Clakmul, Toniná y Piedras Negras (M. Simon, 2002)
Toniná es el escenario dramático y singular del núcleo ceremonial que está construido por una secuencia de siete terrazas, talladas en la pendiente abrupta de una ladera. Desde la plaza inferior, esta acrópolis aparece como una pirámide montañosa y escalonada, con templos o palacios en cada uno de los niveles. Considerado tradicionalmente como un sitio austero, así como militarista, los descubrimientos recientes revelan más de su vena artística, especialmente su virtuoso en el modelado de estuco, equiparable al de su vecino y gran rival Palenque, su significado se define como “Casa de Piedra”

El vestigio de Yaxchilán edificada en la punta de un meandro en forma de herradura, fue descubierta en 1882 por el británico Alfred Maudslay pionero de la arqueología maya. La dinastía de este sitio tiene su origen en el siglo IV, pero la ciudad actual prácticamente es la creación de dos reyes del siglo VIII: Itzamnaaj B´alam II y su hijo Pájaro Jaguar IV. Cabe recalcar que esta sociedad se dedicó vigorosamente al tallado de estelas monolíticas, su especialidad eran los dinteles de piedra labrados, de los cuales 58 están sobre portales de las estructuras principales.
La ciudad de Bonampak fue descubierta por indígenas de la Selva Lacandona durante la primera mitad del siglo XX, posteriormente dos expediciones en febrero y mayo de 1946 la daría a conocer al mundo, el primero por Carlos Frey y John Bourne, la segunda comandado por Giles Healy, esta zona ha cobrado de una gran reputación gracias a sus murales que aloja en tres cuartos de altas bóvedas.
Retomando el trabajo de Ilce Flemate, la escritura jeroglífica maya supera más de mil signos diferentes, tomando en cuenta sus variantes, que pudieron ser empleadas en otros espacio-tiempo. Lingüísticamente se relaciona como un sistema logosilábico, conformado por signos que representan palabras completas, nombradas logogramas y por sílabas, operando de forma silábica o vocálica (silabogramas). El orden de lectura de un bloque glífico es el mismo que el texto, es decir, de izquierda a derecha y de arriba abajo.
De igual forma, a esta civilización se le atribuye la creación e implementación de métodos calendáricos exactos, útiles para registrar los días y fechas así como las cualidades de estos. El Tzolk’in (calendario ritual) compuesto por una sucesión de glifos de veinte días en combinación de los números del 1 al 13, dando como resultado 260 días únicos; y el Haab es un ciclo de 365 días y se aproxima al año solar. Conformado por 18 meses de 20 días (uinal), cada uno con un nombre, y un mes de cinco (wayeb, mes importante para los mayas). Al entrelazar los dos almanaques, da lugar a la Rueda Calendárica, en donde cualquier combinación entre estos no se repetirá hasta pasar 52 periodos de 365 días, considerando que cualquier acontecimiento que llevase más tiempo, requería de un calendario adicional (la Cuenta Larga: sistema que consta de 5 ciclos de tiempo, contando los días en orden cronológico, iniciando con la fecha de la creación mitológica 4 ajaw 8 kumk’u [11 o 13 de agosto de 3114 ANE]).
Durante el periodo 900-950 d.C. se empieza a ver una decadencia en estas zonas, pues las ciudades empiezan a ser más extensas, agregando un sistema social dividido. Cuando se llega al clásico terminal, se principia a ver una ruptura en los extractos sociales, debido a la explotación del pueblo, lo que genera una revelación hacia las dinastías, muchas de las zonas quedan en total abandono, creando un “colapso” proseguido de una gran migración hacia zonas bajas.
Postclásico (900-1500 d.c)
El ultimo lapso de tiempo está concluyendo, remarcando que no debe ser visto como un periodo inferior al de los anteriores, ni como en decadencia; lo sucedido implico una migración ya mencionada, dando un mayor énfasis a lugares como la península, erradicando los errores cometidos; la abstinencia de estos métodos hizo que no llegaran a ser la gran cultura que en algún momento fungió. Chichen Itzá, que había sido durante el clásico tardío una pequeña ciudad de estilo puuc (Estilo arquitectónico considerado actualmente una de las más bellas del mundo maya) se convierte a partir del siglo X de nuestra era en un sitio de mayor importancia, ocupando un papel protagónico dentro de las tierras bajas; caracterizado por el desarrollo de un conjunto de rasgos urbanísticos, arquitectónicos e iconográficos novedosos, de origen mexicano (refiriéndose aquellas culturas del actual centro del país) algunos de estos elementos habían aparecido ya en la región puuc, mientras que otros parecen provenir directamente de Tula, la capital tolteca del postclásico temprano (F.Claude, 2020)

Al haber un cambio de región, causaba nuevos aspectos importantes, como fue la adaptación a la piedra caliza, debido a que en esa zona era un poco menos manipulable gracias a su estructura mineral, mostrándonos grandes acabados pictóricos dignos de una gran cultura, un ejemplo es el códice de Dresde representando un nivel bastante elaborado a pesar de las condiciones en las que se encontraban, actualmente diversos de estos escritos no han podido ser revelados por su elaboración, estructurados con capas de cal y plasmados sobre rocas que hace imposible su removimiento. Siguen poseyendo aspectos antaños, tales como su cosmovisión, se continúa creyendo que esta nueva etapa se da como un reacomodo; prevalecía el comercio con diversas ciudades, las guerras permanecen siendo legitimas para sus pueblos, las estructuras sacerdotales aún estaban. Otro aspecto importante, son las manipulaciones que se hacían a su cuerpo como definición de bellezas, en este periodo aún subsisten pequeños actos de este ámbito, con el objetivo de seguir justificando sucesos sobrenaturales o inexplicables con una asociación divina.
Como última mención se alude a la tardía conquista a esta zona, aunque el centro de México cae en 1521, dicha región dilata en ser sometida e incluso hubieron lugares que no fueron adiestrados por las fuerzas españolas ¿a qué se debe esto? principalmente por su gran historial bélico, sus técnicas de emboscadas donde los conquistadores se volvían blancos fáciles, otro factor funge en la diversidad de comarcas existentes, enfrentándose a una ciudad a la vez para que salir victoriosos.
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