Nicole Gómez, muestra de talento y perseverancia

Tuxtla.- Laura Nicole Gómez tiene 10 años, y a su corta edad ya ha dado muestra de su enorme talento para tocar diversos instrumentos y practicar algunas disciplinas: canta, baila ballet, toca el violín, el piano y todo lo que se le pueda agregar a la lista, esto pese a que presenta agenesia en la mano izquierda, condición que impidió el desarrollo total de su extremidad.

“Yo creo que empecé con la música porque mis papás me guiaron a eso, la verdad fue que mis papás me dijeron, queremos meterte en algo para que experimentes en algo artístico y yo dije, pues me gusta la música y quiero aprender a tocar el violín, uno de los instrumentos que más me gustaron”, relató.

Este instrumento lo aprendió a tocar a los seis años, y fue su propia maestra quien le despertó el interés por el piano, después el canto, participó en el concurso estatal de piano, así como en diversas presentaciones y recitales, siempre buscando la manera de adaptarse y salir adelante.

“Al principio me compraron una prótesis, pero antes de que me compraran prótesis aprendí a meterme el arco en mi mano, en el espacio entre la madera y el hilo porque en una clase, como iba a aprender a tocar el instrumento, me dicen, cómo vas a agarrar el arco para poder tocar el violín, de hecho los violinistas lo tocan así pero como tengo mi condición de mi mano tengo que tocar de lado opuesto, así me acostumbré”, dijo.

Es muy hábil para distintas cosas, aunque reconoce que algunas se le dificultan, hay otras que puede agarrar pero no usar, sin embargo prevalecen sus sueños sobre cualquier dificultad: de grande, quiere ser músico y repostera, actualmente cursa el quinto grado de primaria, y dirige un mensaje a otros niños de su edad. 

“Que sigan sus sueños siempre, porque yo tengo agenesia y eso no me impidió poder tocar varios instrumentos, quiero ser músico de grande porque ya tendría resuelto todo eso de la música y también quiero llegar a ser repostera, chef”.

A Nicole, sus papás le enseñaron una cosa: los sueños no se agarran con las manos, ni se persiguen con los pies, y ella se ha encargado de construirlos con su esfuerzo y dedicación todos los días, demostrando que no hay límites para conseguir lo que se quiere.