No todas las infancias van a la escuela
Tuxtla.- El ciclo escolar 2024-2025 ya arrancó, pero no para todos: hay grupos de menores que no pueden ir a la escuela, por diversas causas a las que son ajenos, truncando así su preparación y sus sueños, teniendo que entretenerse con lo que pueden, sin poder acceder a su derecho a la educación.
Infancias desplazadas y violentadas
Por un lado, están las infancias de nuestro estado, que según estimaciones del magisterio chiapaneco, representan el 25 por ciento del total del alumnado de más de un millón 870 mil niños y niñas, es decir, una cuarta parte no regresaron a las aulas, sobre todo en la Sierra, Fronteriza y Frailesca.
“Estamos hablando de Motozintla, Bella Vista, El Porvenir, La Grandeza, y la parte de la frontera sur que es Comalapa, Chicomuselo, toda esa parte de la región de la frailesca que le toca a Jaltenango de La Paz que es Ángel Albino Corzo, este fenómeno ha traído como consecuencia la deserción escolar, desde hace dos años ya veníamos con esta merma en la cuestión de la deserción escolar”, señaló Armando Falconi, secretario ejecutivo de la asamblea general de la Sección 40 de la CNTE.
El docente explica, que entre los factores que han detonado este fenómeno está la violencia en primer lugar, ya que los enfrentamientos en esa región han generado éxodos masivos de sus comunidades, las familias se han visto desplazadas, dejando todo atrás, ni pensar en el ciclo escolar.
Además, señala el reclutamiento por parte de estos grupos armados que ha orillado a muchos jóvenes a seguir ese camino y dejar de estudiar, así como ataques a los propios maestros, que ya han sido víctimas fatales de la situación, por lo que decidieron no iniciar las clases, desde el año pasado se encuentran en esta situación.
Como alternativa, han visto la manera de dejar tareas, mandar cuadernillos o tratar de trabajar con el modelo de educación a distancia que implementaron en pandemia, pues incluso en estas comunidades señalan la falta de internet y el abandono en que se encuentran las escuelas, sobre todo de nivel telesecundaria, en las que ni siquiera cuentan con los libros de texto gratuito para enseñar.
Expresó que hoy más que nunca, el regreso a clases se vivió con incertidumbre y un mal sabor de boca, al ver a tantos niños y niñas que no pueden seguir aprendiendo, que carecen de esta herramienta fundamental para la vida, recalcando que 1.6 millones de estudiantes en todo el país han desertado del plan educativo.
Por su parte, la Secretaría de Educación en Chiapas señala que no hay ninguna medida restrictiva o recomendación para no iniciar las clases en dichas zonas, pero que cada director tiene la facultad de decidir si abren o no los centros educativos, según el panorama y las condiciones dadas para tal fin.
Niños que no son de aquí, ni de allá
Otro sector vulnerable son aquellas niñas y niños que no nacieron en México, pero que están aquí de paso, salieron de sus países de origen en compañía de su familia para buscar una mejor vida y se encuentran varados o a la espera de refugio aquí en Chiapas, son las infancias en movilidad. Daymari Loaiza, migrante venezolana, tiene tres nietos, hijos de su hija de 22 años, los niños solo cuentan con la partida de nacimiento como documento, por ende no pueden inscribirse a ninguna escuela, deambulan entre las casas de campaña apostadas en las inmediaciones de la carretera a Villaflores, aprendiendo de la vida.
“Los tenemos de paso, queremos seguir nuestro camino, a veces vienen a darles talleres y con eso se entretienen, porque ellos quieren estudiar pero ellos no tienen aquí capacidad ni beneficios, hay que seguir nuestro camino, todo es por ellos, por los niños, si fuera por nosotros no estuviéramos aquí”, señaló.
Además de la falta de techo, comida y medicinas, carecen de educación, mientras esperan ser atendidos, o que los dejen avanzar, en este mismo campamento, otra solicitante de refugio de origen centroamericano nos cuenta que lleva sie7e meses aquí, con sus dos hijos y uno más en camino.
Su mayor reto es el desempleo, las violencias que han sufrido, el que no les den la oportunidad de ganarse la vida honradamente, dice que los ven como si no fueran humanos, como si no valieran, incluso les elevan los precios de las rentas, los orillan a estar en la calle, hasta los productos como refrescos se los venden más caros, sus hijos están pequeños, pero tampoco tienen acceso a la educación.
“Los niños no tienen la edad ahorita, pero igual ya nomás salga nuestro trámite primeramente Dios se den nuevas oportunidades, esos talleres que les vienen a dar son muy buenos, apoyan bastante a la infancia, se distraen un poco pero lamentablemente por la educación algunos tienen su trámite y algunos no, tú sabes que eso los limita bastante”, relató.
Esto, aunado a la falta de acceso al derecho a la salud, ya que en los centros de atención dice que les niegan la consulta, y la falta de empleo, han enfrentado enfermedades graves, necesitan medicación, alimentos, vivienda, poder rentar un techo digno a precios cómodos, no que le pidan cantidades exageradas.
“Quiero poder viajar a un lugar sin discriminación de raza o color, quitar las banderas, todos valemos igual, sin importar religión, país, todos somos seres humanos y no venimos a hacer daño”, recalcó.
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