Obispos de las Arquidiócesis de Chiapas piden alto a la violencia
Tuxtla.- Este miércoles, los obispos de Chiapas realizaron un pronunciamiento en conjunto, en el que condenaron los actos violentos que están ocurriendo en los diferentes puntos de la entidad.
“Les saludamos con el amor de Cristo Buen Pastor, unidos especialmente a nuestros hermanos que están sufriendo la violencia e inseguridad; sobre todo la incertidumbre de haber tenido que dejar sus hogares y que ahora se encuentran en condición de desplazados, de las parroquias de y comunidades de Pantelhó, Chenalhó y de otras partes del Estado de Chiapas, expresaron.
Los firmantes del pronunciamiento, Monseñor Jaime Calderón Calderón, obispo de Tapachula, Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de San Cristóbal, Fabio Martínez Castilla, obispo de Tuxtla expresaron que: “No es el fuego de la violencia sino el fuego capaz de transformar y purificar, es el fuego del Espíritu de Dios. En este fuego de amor y esperanza les queremos decir: A los hermanos desplazados: Compartimos su dolor y les recordamos que no están solos.
Reconocieron que, se ha hecho presente también en la ayuda diligente y generosa de tantos hermanos. Sin embargo, esta situación nos preocupa y nos ocupa; por ello queremos ser cercanos a ustedes, por medio de nuestras Cáritas diocesanas y estamos procurando que puedan tener lo necesario para afrontar esta situación de emergencia en sus alimentos, salud y cobijo.
“A todos los hermanos: Les agradecemos su ayuda, así como a las agrupaciones religiosas y civiles que han dado albergue temporal y compartido lo básico para sobrellevar la emergencia.
Lamentablemente, la situación aún continuará por eso les seguimos invitando que desde la pobreza sigamos compartiendo con los más necesitados, pese a que la pandemia aún sigue haciendo estragos”, indicaron.
Consideran que hasta ahora se han rebasado los tres mil desplazados, es por ello que pidieron que quienes tienen conocimiento de hermanos en esta situación puedan comunicarlo a las parroquias para poder atenderles en su inmediata necesidad.
“Notamos una creciente inseguridad, pobreza y violencia. Esta situación se ha vuelto caldo de cultivo para que fuerzas alternas al gobierno se disputen territorios y están causando el terror y desplazamiento de comunidades”, lamentaron.
Preocupa también la información tergiversada de algunas personas y medios de comunicación que solo generan más violencia.
“Pedimos, como obispos, no perdamos la paz, pero no seamos indiferentes, Imploramos de Dios, su abundante bendición, y desde nuestro ministerio, pedimos a todos unirnos en la oración por la paz”, concluyeron.
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