Otros Mundos pide no bajar la guardia contra la minería

Tuxtla.- La organización Otros Mundos AC, cuya sede es San Cristóbal de Las Casas, se solidarizó con la lucha que se efectúa en Carrizalillo, Guerrero, en contra de la minería a cielo abierto por parte de una empresa canadiense.

En un documento que emitió la AC, liderada por el activista Gustavo Castro, se advirtió que “no es la primera vez que tienen que soportar tanta injusticia de las empresas mineras. Primero por la compañía canadiense Gold Corp, luego Leagold Mining y ahora Equinox Gold”.

De acuerdo con ésta, dicha empresas se llevan todo el oro y otros metales y dejan la pobreza, la miseria y la contaminación en sus tierras, además de muertos, desalojados y enfermos quienes son solo algunos de los saldos que han tenido que sufrir.

Mientras, agregó, las mineras no cumplen con los contratos y violan derechos humanos. “Los gobiernos solo ven, encubren, solapan y permiten que pisoteen a los pueblos”, estableció.

La magnitud e impacto de esta mina Los Filos es descomunal. Además de su trato racista y discriminatorio de la empresa minera canadiense, ahora destruye sus fuentes de agua y provoca la muerte de trabajadores obligándolos a trabajar mientras la pandemia de la covid-19 se encontraba en su peor momento, afirmó Otros Mundos AC.

En dicha misiva, expuso que tampoco es la primera vez que los pobladores de esa localidad se resisten con dignidad. “Nos hemos enterado y los hemos seguido de cerca en toda su lucha. ¿Y saben? Esa unidad y determinación tan fuerte de ustedes es lo que nos ha enseñado la comunidad de Carrizalillo. Su dignidad, su valor y el poder que les da la razón”.

Esta nueva empresa, Equinox Gold, le apuesta al desgaste, pero no saben de lo que está hecho el pueblo de Carrizalillo, dijo y agregó: “Tienen toda la razón en su lucha y en el cierre legítimo y legal de una de las minas más atroces del país, aunque la empresa canadiense pretenda criminalizar la razón que les asiste. Son los únicos en el México que ya lo han logrado y cuentan con todo nuestro apoyo y solidaridad. Las empresas deben aprender a respetar al ejido como legítimos dueños de sus territorios”.