Patricia Rojas, conquistando otros países
- ALEJANDRA OROZCO
- 11 sept 2023
- 3 Min. de lectura
Tuxtla.- Patricia Rojas es originaria de Veracruz, sin embargo lleva casi toda la vida viviendo en Chiapas, a sus 62 años es nadadora profesional de alto rendimiento, y acaba de tener un papel muy importante en el Mundial que tuvo lugar en Fukuoka, Japón, donde se colocó en el top 25 a nivel mundial de su categoría, siendo digna representante de las mujeres en este deporte.

Ella es maestra jubilada de educación especial, estuvo 30 años al frente de sus alumnos y alumnas, cuando se jubila, trata de empezar a buscar una motivación, para esto, ya había practicado la natación de niña, en su natal Veracruz empezó a nadar, recuerda que sus papás la metieron por seguridad y protección, fue alumna de Nelson Vargas, un referente en la natación a nivel nacional, y en aquella etapa ganaba campeonatos nacionales y centroamericanos.
“A los 14 años nos pasamos a practicar tenis, luego estudio la carrera, hago mi familia, así termino en Comitán y sigo jugando tenis con mis hijos, ellos al crecer se vienen a vivir a Tuxtla, me quedo sola y al jubilarme empiezo a nadar otra vez, 40 años después; para mi el usar gorra y goggles es nuevo, pues no se usaban en ese entonces, nos cortábamos el cabello cortito, me despierta la inquietud de volver a entrenar desde las 6 de la mañana, esto fue hace 10 años”, comentó. Tras un año de preparación, retoma lo que su cuerpo ya tenía guardado, y compite en el primer campeonato de su escuela de natación, luego se va a nivel estatal y empieza a ganar, así llega a los Juegos Panamericanos en Colombia, avalada por el mismo Nelson Vargas quien fue su maestro cuando era niña, y obtiene los primeros lugares en pecho, dorso y mariposa, que son sus fuertes.

“Este 2023 llego al Mundial de natación luego de buscar apoyo, alternativas, entrenar de 6 a 8 todos los días, tuvo lugar en Fukuoka Japón, donde estuvimos 85 nadadoras en la categoría 60-64 y quedé en el lugar 24 del mundo; para mi es una satisfacción, para mi entrenador, mi entrenadora de México también por el esfuerzo, fui la única que le bajó en tiempo a las cinco pruebas, el esfuerzo que hace uno por lograr viajar y juntar dinero y hacer de todo para poder llegar”, señaló.
Y es que de verdad es un gran esfuerzo, tan solo el traje de baño reglamentario cuesta cerca de 11 mil pesos, hecho de carbono, una gran inversión pues el jurado incluso califica eso, ahora que logró este sueño, busca el pase a los Juegos Panamericanos el otro año, a realizarse en Trinidad y Tobago, lo cual representa una satisfacción, alegría, emoción y motivación, dice que se ve en los videos y se da cuenta cómo se transforma, es otra allá.

“Estás dentro de una experiencia, al menos llegar al estadio te impacta, la alberca tan preciosa, las cosas que tienes que aprender antes de entrar a la competencia; es una alberca muy diferente, más honda, otro tipo de bancos de salida, la temperatura, pero la impactante de verte rodeada por un montón de gente, el idioma, los extranjeros, eres tú y la prueba, eres tú sola concentrada porque es lo que vas a luchar, con el tiempo, con el reloj, ver que tu nombre aparezca en pantalla, compitiendo con mujeres de mi edad que hacen la mitad del tiempo, para mi fue como ganar el oro, para ser mi primer mundial y quedar en ese lugar es impresionante”, compartió.
Su familia también está muy contenta, en esta ocasión la acompañó su hermana, su cuñado y su hija, quienes le echaron porras, la adrenalina de estar en la tribuna, incluso dice que lloraron de emoción porque nunca la habían visto nadar, y el saber que en nuestro país solo hay nadadores hasta los 72 años, y que los hay en todo el mundo hasta de 90, la motiva a continuar en este deporte, en el que la edad no ha sido un límite, sino un impulso para seguir cumpliendo sus metas.
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