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ALEJANDRA OROZCO

Pornografía infantil, otra forma de abuso

Aunque pienses que nadie te está viendo, o que por un par de fotos no pasa nada, reproducir e incluso con tan solo almacenar material de abuso sexual infantil constituye un delito, que te puede llevar a la cárcel y forma parte de las estadísticas: México no baja del primer lugar en distribución de pornografía infantil desde hace algunos años, e incluso hasta Chiapas, se han rastreado casos por los cuales ya hay carpetas de investigación y sentencias por este delito.


Levy Francisco Pineda, encargado de la Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (Ssypc), explicó que según cifras del Centro Nacional para Niños Perdidos y Explotados en Estados Unidos (NCMEC por sus siglas en inglés), México ha ocupado los primeros lugares en transmisión y posible almacenaje y consumo de este material, y es que a ellos acuden todas las empresas proveedoras de aplicaciones en internet para reportarles transmisión de material de abuso sexual infantil, que es el nombre correcto, y a partir de ahí generar líneas de investigación.

En los últimos años, se han constituido 12 carpetas de investigación (CI) relacionadas a este delito, esto de 2019 a la fecha, con vinculados a proceso y algunas sentencias; la Fiscalía General del Estado (FGE) señala en su portal que tan solo de 2021 a la fecha actual, han sido sie7e: cuatro CI por almacenamiento, una por difusión, otra por elaboración y difusión y otra sin especificar, de las cuales cuatro han sido vinculados a proceso, dos sentenciados y uno en prisión preventiva por estos hechos.

Pineda detalló que Chiapas forma parte del programa Ciber Guardián y Salvación, en colaboración con la Fiscalía contra la Trata de Personas y la Dirección General Científica de la Guardia Nacional, además de colaborar en programas internacionales como Homeland Security, el FBI o la policía australiana, realizando un patrullaje cibernético donde, si se detectan conductas sospechosas, se realizan investigaciones, este es un delito que se persigue de manera oficiosa para iniciar investigaciones al respecto, ya que el fenómeno se puede dar en canales abiertos, como Facebook, a través de grupos cerrados.

"A veces utilizan frases en clave, que puede ser CP, que ellos le llaman ‘caldo de pollo’ pero realmente viene de las siglas de child porn, o sea pornografia infantil; Twitter por ejemplo permite la pornografía de adultos, si las conexiones provienen de México corresponde a nuestras autoridades, no tenemos un alto índice pero sí casos vigentes, también se puede dar en grupos cerrados, como WhatsApp o Telegram, entre otros”, detalló.

Ante esto, exhortó a padres y madres de familia a generar canales de comunicación del contenido que pueden encontrar en internet, que sepan cómo los pederastas los pueden contactar a través de cualquier aplicación, incluso aquellas que se ven tan inofensivas como los juegos Free Fire o Fortnite, donde los abusadores fingen tener cierta edad, crean afinidad hasta que solicitan contenido íntimo a través de coerciones, amenazas y hostigamiento y los menores tienden a enviarlo, dando pie incluso a otros delitos, como violación y pederastia; recordemos que este delito está en nuestro Código Penal para el estado de Chiapas, así como la ley federal que rige la trata de personas.

“Hay una serie de verbos reactores que es quien almacene, difunda, publicite, venda, son una serie de verbos que configuran este delito, obviamente van a haber agravantes en ello, pero eso lo debe tomar muy en cuenta la ciudadanía, el simple hecho de transmitirlo y almacenarlo configura este delito, hasta pasarse fotos de compañeros parece insignificante, pero hay un sistema de justicia para adolescentes… si los padres lo detectan la denuncia es muy importante, fomentar la denuncia ciudadana, ya sea que lo vean en redes o en casa, pueden hablar al 8002211484 o 089 para hacer su denuncia anónima, o al correo cibernetica@sspc.chiapas.gob.mx”, señaló.

La parte interna del abuso

Hay muchas causas y efectos detrás de este fenómeno, que engloba a todas aquellas fotos o videos distribuidas por internet, revistas, de forma impresa o digital que incluye contenido sexual de niños, niñas y adolescentes en contra de su voluntad, en general provocado por un mayor de edad, incluso puede haber material donde aparezcan con ropa, pero si se sexualiza a los menores, si están vulnerando sus derechos sexuales, se considera pornografía infantil, consideró Pamela Trejo Félix, psicóloga y especialista en la Fundación Granito de Arena.


En 2021, la especialista señaló que se registraron 400 mil distribuciones y más de 13 mil cuentas relacionadas con este delito, cuyos síntomas psicológicos van desde la retracción, dejan de hablar, bajo desempeño, enuresis y encopresis (hacerse pipí o popó), pesadillas, terrores nocturnos, depresión, autolesiones en adolescentes, no todos los casos significan abuso, pero son alertas para intervenir.

“En los Altos de Chiapas por ejemplo, existe mucha violencia sexual, pero no es vista como violencia sexual, debido a todo el machismo que existe en estas regiones no lo hablan; los niños allá pasan de ser niños a ser adultos, se pierden de la adolescencia y no se dan cuenta de que un menor de edad que está teniendo relaciones con un adulto está siendo vulnerado, y está vulnerando los derechos sexuales, porque no tienen la capacidad de dar su consentimiento y no denuncian, son pocos casos que sí son denunciados en estas regiones”, añadió.

Considera que todo deriva de las redes sociales, ya que tienen al alcance tantas cosas que casi no se hablan en familia, ya que no todas las mamás y papás tienen el tiempo de brindar educación sexual y los niños lo terminan buscando en internet, quieren conocer del tema, y si no hay filtros o seguros al usar su teléfono o computadora, hasta les pueden aparecer videos y eso lo usan como herramienta para conocer su sexualidad sin saber que es pornografía; ante esto, considera que la mejor prevención es la educación sexual.

“Enseñarles a hablarle a las partes del cuerpo como son, llamar a sus partes por su nombre sin miedo a que digan pene o vagina en voz alta, si les dicen otro nombre, como les enseñaron que esas palabras no se dicen, si los vulneran no lo cuentan; hablar de la sexualidad con calma, con naturalidad, explicarles que nadie puede tocarlos ni obligarlos a tocar partes privadas, tampoco a mostrar ni ver las de otra persona”.

Dijo que cuando empezamos a hablar de forma natural de la sexualidad, los niños lo ven precisamente así, de forma natural, ya que a esa edad empiezan a catalogar como bueno y malo, y así empiezan a identificar, si ven un video donde están exponiendo las partes privadas de alguien que ya me enseñaron que estas son partes que nadie debe ver, que nadie debe tocar, entonces dicen, entonces esto está mal; dijo que la clave está en enseñarles a tener confianza a mamá, papá, abuelita, de contar cuando estamos en esta situación, para evitar este tipo de abuso.

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