Preocupa a Redias alza de suicidios en Altos de Chiapas
Chenalhó.-A pesar de que en Chiapas la tasa de suicidios reconocida por el Inegi es de 4.4 por cada 100 mil habitantes está por debajo de la tasa nacional y entre las menores del país, “contrasta con lo que las organizaciones observan en su trabajo diario en campo en los diferentes municipios de los Altos”.
Así lo manifestó en un documento la Red por los Derechos de las Infancias y Adolescencias en Chiapas (Redias), misma que externó su preocupación por el alza significativa de ese tipo de eventos, sobre todo en la mencionada zona de la entidad.
A nivel nacional, esta problemática representa la tercera causa de muerte entre población de 10 a 14 años y de 15 a 24 años. Desde el 2012, se ha dado un aumento progresivo en la tasa de muertes por presunto suicidio por lo que se ha pasado de 4.7 en 2012 a 6.6 por cada 100 mil habitantes para el 2021.
En ese sentido, la Redias expresó que desde inicios del 2022 la organización Vientos Culturales ha implementado una campaña de prevención del suicidio a partir de la película documental “Kuxlejal”, con la cual se han recorrido escuelas secundarias y preparatorias de los Altos de Chiapas.
En municipios como San Andrés Larráinzar y Chenalhó se ha identificado un grave problema de salud mental entre adolescentes y jóvenes, aseveró. “La depresión, las autolesiones y el suicidio se han convertido en constantes entre la población de nivel secundaria y preparatoria. El más reciente caso es la muerte de la adolescente de 17 años, María Isabela, alumna del quinto semestre del Telebachillerato en Zinacantán”.
Entre otras cuestiones, comentó que las y los adolescentes han externado su angustia ante la falta de espacios de participación, la criminalización y las estrictas normas comunitarias relacionadas con el noviazgo-casamiento en la región.
De hecho, agregó, es común escuchar frases como: “Nuestros padres no nos tienen confianza”, “Todo lo que va pasando lo escuchan como burla, no lo toman en serio”, “Nos falta atención… Los papás a veces se enojan demasiado”, entre otras.
Del mismo modo, subrayó que las autoridades escolares han expresado su preocupación por el estado anímico de las y los estudiantes, así como la impotencia cuando ocurren casos de suicidio y el impacto que esto tiene en ellas y ellos.
DATOS APEGADOS A LA REALIDAD
Al preguntar a 631 adolescentes de diversas comunidades indígenas de los Altos de Chiapas sobre la percepción de conductas de daño que hay en el lugar donde viven, el 50 por ciento expresa que no permiten opinar, 28% que hay amenazas, 48% que hay rechazo, 35% que se obliga a hacer cosas que no quieren; 21.5% que en su contexto se “tocan partes íntimas del cuerpo sin permiso”, es decir, hay abuso sexual; y 70% dice que “pasan cosas malas” en el lugar donde viven.
Además, al preguntar sobre conductas autolesivas, el 23.5% percibe que en el lugar donde viven “han intentado matarse a sí mismos” y 30% percibe que “se lastiman o se cortan a sí mismos”. Estos datos expresan la percepción sobre el contexto sociocultural donde habitan; no es que les haya pasado a ellas y ellos, pero sí da cuenta de cómo se encuentra el entorno.
No obstante, la Redias apuntó que esos mismos adolescentes también perciben en su entorno aspectos positivos: 96% percibe que hay apoyo o ayuda, 85% cree que defienden a los que están en problemas, 87% valora que dan cariño y 88% que se escuchan.
“Estos resultados ponen en evidencia que no todos los contextos son completamente violentos o completamente positivos, y nos hace pensar que en los propios contextos existen elementos para contrarrestar las violencias y fomentar ambientes positivos”.
Dentro de las propuestas identificadas por las y los jóvenes, se encuentran la necesidad de mejorar la comunicación en las familias entre padres-madres e hijas-hijos, destacó.
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