Productor de girasoles en Chiapas apuesta por nuevos colores y mercados
- REDACCIÓN
- 19 feb
- 2 Min. de lectura
Tuxtla.- Marcos Manuel Espinoza Pascacio es un productor de girasoles en Emiliano Zapata, Chiapas, un municipio ubicado a unos 33 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez. Hace cinco años inició su proyecto junto con su familia, cultivando inicialmente girasoles amarillos. Con el tiempo, la curiosidad y el deseo de innovar los llevaron a investigar más sobre la flor, hasta que lograron conseguir semillas de girasoles rojos y blancos.

La decisión de cultivar estos nuevos colores está basada en fechas especiales. Los girasoles rojos fueron pensados para el mes del Amor y la Amistad, mientras que los blancos se destinaron a la celebración del Día de las Madres y los amarillos para Todos Santos en noviembre. Al principio, estos tonos generaron dudas entre los clientes, pues el amarillo es el más común. Sin embargo, al verlos en persona, quedaron impresionados por su belleza y los han aceptado con entusiasmo.
Marcos Manuel explica que Chiapas tiene una geografía diversa que permite que el girasol se adapte a diferentes condiciones climáticas. Dependiendo de la temporada, el crecimiento varía y, aunque es una planta resistente, resiente las inclemencias del tiempo. Asegura que, entre más sol recibe, más rápido crece y se obtiene la producción. Aunque los girasoles pueden cultivarse todo el año, las condiciones climáticas influyen en el proceso.

Para obtener un cultivo de calidad, implementa prácticas agroecológicas y utiliza abonos orgánicos para cuidar la tierra en la que trabaja y vive con su familia.
El productor realiza tres cultivos anuales y comercializa sus girasoles en distintos mercados de la capital chiapaneca. A pesar de la buena aceptación entre los clientes, los girasoles rojos y blancos han tenido una entrada más difícil en estos espacios, donde los compradores prefieren el amarillo tradicional.
Uno de los retos que enfrenta es la diferencia de precios entre lo que él ofrece y el costo final al público. Mientras él vende cada flor en 10 pesos, los revendedores pueden llegar a venderlas hasta en 35 pesos. Considera que es necesario que la gente valore más el trabajo del campo y pague un precio justo.

Para mejorar sus oportunidades de venta, busca expandir su mercado trabajando con profesionales del marketing en bodas, XV años y otros eventos, ofreciendo girasoles de diferentes colores para sesiones de fotos y decoraciones.
Con un lema claro “Alegra corazones regalando girasoles, Marcos Manuel continúa innovando en su cultivo, con la esperanza de que su producción llegue a más personas.
Comments