Productora promueve el reciclaje y la economía local

Tuxtla.- Chiapas ocupa el tercer lugar a nivel nacional en producción de cacahuate, sin embargo, carece de industria de la transformación, aún pese a todo pronóstico, hace seis años Ana María Torres se aventuró a emprender, creando una empresa 100 por ciento chiapaneca que se dedica a la elaboración de los derivados de este fruto, como cremas y mazapanes.

En estos años el negocio familiar ha ido creciendo, incluso, el año pasado obtuvieron la certificación Marca Chiapas, por lograr cumplir con requisitos de salubridad, registro de marca entre otras especificaciones, que dan la garantía de que es un producto de calidad del estado para el resto del mundo.

“Quisimos darle un valor agregado, no solo tener el cacahuate botanero, es un alimento de consumo reciente en el estado, 100 por ciento natural, sin conservadores ni saborizantes químicos, lo tenemos en su versión sin azúcar, endulzado con estevia, con cacao, también manejamos un mazapán endulzado con un toque de miel de abeja orgánica y cacao”, relató la emprendedora. 

Todos los ingredientes que usan en Maní Chiapas son regionales, todo el cacahuate es del valle de Cintalapa, la estevia la cultivan en Villaflores, el cacao es de Pichucalco; la idea es que la población consuma saludable, que entre en esa variedad ya sea de dulce o botana pero sanamente.

“Aquí tenemos toda la materia prima, pero los frascos, etiquetas y bolsas se tienen que traer del centro de la república y es más difícil, la mensajería ha subido muchísimo su costo de traslado, representa casi un 30 por ciento del costo del material, por eso hemos tenido que aumentar nuestros costos, aunque tratamos de mantenernos lo más que se pueda”, señaló.

Sin embargo, se le ocurrió la opción del reciclaje de los frascos, de los que les devuelven vacíos, le dan una compensación al cliente, ya sea un descuento en las cremas, o que las cambien por producto terminado, esto según el número de frascos que entreguen, tratando de mantener sus precios, pues sobre todo, de mediados del año pasado a la fecha han subido las cosas constantemente.

A pesar de las dificultades, Ana María se siente contenta, porque los que han probado sus cremas y mazapanes se enamoran de los productos, ya sea niños, adultos, jóvenes o personas mayores, que se han involucrado en cuidarse, atenderse y los buscan constantemente.