Reducir las emisiones de metano, segundo gas causante del cambio climático, ya es posible
Ginebra.- Aunque el efecto invernadero, causante del cambio climático, se atribuye habitualmente a las emisiones de dióxido de carbono, un 30 % del calentamiento global es causado por el metano, cuyas emisiones se podrían reducir en el corto plazo si los países cumplieran con sus compromisos, de acuerdo con las discusiones de decenas de expertos reunidos en Ginebra.
Un 35 % de las emisiones de metano provenientes del sector del petróleo y el gas puede reducirse sin apenas costes, y con una inversión relativamente pequeña (de 30 dólares por tonelada métrica de CO2) ese porcentaje podría llegar hasta un 44 % en el caso de la industria petrolífera y del 59 % en la gasística.
Además, el metano dura mucho menos en la atmósfera, apenas una docena de años frente a los siglos que puede permanecer el CO2, y los métodos para su reducción se avizoran más sencillos y económicos, han recordado varios participantes en el Foro Global del Metano de Ginebra, un encuentro de expertos que muchos consideran una "COP del Metano"
A pesar de su relativa corta vida, este gas preocupa porque es 80 veces más potente a la hora de calentar la atmósfera que el dióxido de carbono y de allí su influencia en el cambio climático.
En el foro, al que asisten medio millar de especialistas, varios países han compartido sus experiencias para reducir estas emisiones, que cada año suman unas 580 millones de toneladas, de las que 120 millones proceden de las industrias del petróleo, el gas o el carbón, aunque también son grandes emisores las explotaciones agrícolas e incluso fuentes naturales como los pantanos.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) asegura que la reducción de emisiones de metano es uno de los métodos más sencillos para luchar contra el cambio climático.
No es necesario, según la AIE, ningún avance tecnológico para conseguir que se reduzca hasta el 75 % de aquí a 2030, y bastaría con simples renovaciones de determinadas infraestructuras, tales como sistemas de bombeo, compresores o puestos de control.
Esta relativa facilidad ha beneficiado iniciativas como el Compromiso Global del Metano, suscrito por 157 países, entre ellos los de la Unión Europea, que persigue reducir las emisiones mundiales al menos un 30 % en 2030, con respecto a los niveles de 2020, aunque el desafío ahora es que los Estados cumplan lo firmado.
De conseguirse, los expertos estiman que se podría frenar el calentamiento del planeta en hasta dos décimas de grado a mediados de siglo, algo crucial para no alcanzar el límite de 1,5 grados Celsius de subida, como reivindica el Acuerdo de París.
Del compromiso forma parte Estados Unidos, con diferencia el mayor emisor mundial de metano, pero no siete países que suman un 30 % de las emisiones globales: Argelia, la India, Irán, Rusia, Siria, Tailandia y Venezuela.
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