Sara Martínez, la cronista de El Calvario
Tuxtla.- Tuxtla Gutiérrez se ha distinguido por sus barrios más importantes, uno de ellos es El Calvario y cuenta su propia historia a través de sus costumbres, su gente, sus tradiciones y lo que aún sobrevive a pesar de los años, entre sus personajes más ilustres se encuentra Sara Martínez, la cronista por excelencia del barrio El Calvario.
“Ser cronista es el refuerzo de nuestras costumbres, es conocer la historia de nuestra gente, ser cronista es una gran responsabilidad que nos lleva a esos legados tan grandes que nos han dejado nuestros antepasados; yo tengo un legado muy grande: el de mi padre, que también fue cronista, así como del gran maestro y cronista José Luis Castro Aguilar que nos lo llevó el COVID”, lamenta.
Otro de sus maestros, a quien le agradece lo que es ahora es Rubén López Cárcamo, pues ella no sabía que le fascinaba escribir y gracias a Dios aún tiene el legado de su maestro, que cumplirá 105 años en diciembre Dios mediante; además, pone de ejemplo a sus compañeros de la Asociación de Cronistas del Estado de Chiapas entre los que destaca Fernán Pavía, un gran ser humano que a sus 102 años de edad aún participa en estas actividades.
“A veces ya no queremos hacer nada y hay mucho por hacer, por eso los invito a continuar participando, por amor a mi ciudad, a mis raíces; es muy difícil conectar con las nuevas generaciones, a veces yo quiero que mi familia se integre a lo que me enseñó mi padre pero en gustos se rompen géneros, una vez agarré un megáfono en el Mercado Viejo y me puse a compartir lecturas y eso me ayudó a acercarme a nuestros niños, jóvenes, decimos que no leen pero en general no se lee, y ahí debemos pensar qué podemos hacer nosotros para contagiar la lectura”, mencionó.
Basada en sus lecturas, comenta que a los más pequeños les gusta porque se trasladan a esa parte donde ella está leyendo, quizás al mar, a San Juan Chamula, son pequeños momentos que se les puede dar a conocer, que viajen a través de la lectura, y la magia es que ahora, ellos mismos piden leer.
Es también fundadora de la Biblioteca Rubén López Cárcamo, que es la primera dentro de un mercado y ya pertenece a Municipio, fue nombrada por su maestro y su familia la ha apoyado muchísimo, pues tuvo la suerte de obtener su biblioteca personal, parte de otra biblioteca que se está poniendo en Altamirano, con apoyo de Coneculta y otras instancias.
Sara considera que la identidad muchos la tienen demasiado guardada, por lo que es triste que nuestros jóvenes no luchen por esa identidad de ser tuxtleco, chiapaneco y mexicano, por eso considera necesario que existan los cronistas y plasmarlo para que mañana sea parte de la historia y nuestros nietos la conozcan: qué fue la pandemia, qué fue el COVID, que aprendamos a vivir con ello.
“Hay muchas actividades culturales en Tuxtla, quizá más que en San Cristóbal, pero no hay coordinación entre ellas, se empalman una con otra y la gente no sabe a cuál ir, debemos tener una mejor organización, olvidarnos de egos y envidias, de asociaciones o grupos, somos uno, eso necesitamos las personas de este medio”, consideró.
Al ser una mujer sensible, muchas cosas le han sacado las lágrimas, como la donación de esta biblioteca, o el sacar su segundo libro al que considera su primer hijo literario, que fue emocionante, sin embargo el primero fue un obsequio de su padre, poder plasmar esas crónicas, esas historias de personas que la rodean en su barrio, conocer la historia del señor del bolis, de diferentes personajes a su alrededor, describir un día en el centro de la ciudad, el olor del gas de la tortillería, que te despierten las combis a las 4 de la mañana, todo eso lo plasmó y ha tratado de irlo recopilando.
“Todo eso es tan emocionante, y más cuando recibo una mención honorífica de la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas, sentí mucha emoción, ni pensaba ganar eso, ese rescate de vivencias que a veces pensamos que no tienen algo bonito y nos quejamos, sin saber que hay quienes están pasando por cosas peores que nosotros, en mi último libro, El Mercado Viejo y sus Alrededores, los locatarios relatan sus historias; otra cosa que me dio enorme gusto es cuando aceptaron venir personas fuera de la ciudad a formar una sociedad de artistas plásticos de Chiapas y se reunieron más de 30, por eso invito a que se unan para caminar juntos, defender su obra, darle ese valor que por muchos años se ha perdido”.
Este próximo 22 de octubre se conmemora el día del Señor del Calvario, por lo que a partir de hoy 13 inician con festividades culturales y religiosas, que engloban eventos, grupos de danza, noche romántica con cantantes, bazar gastronómico y artesanal de adultos mayores (el viernes 14 y sábado 15), poetas, para tomar en cuenta a todos y dar a conocer esos recuerdos del barrio.
También se contará con la presencia de Alejandro Sánchez, cronista de la ciudad, acompañado de dos grandes maestras que fueron del barrio, su abuelito y papá son de los primeros locatarios y contarán su historia y experiencias, así como artistas plásticos que llegarán a pintar para que la gente los conozca, marimbas y más en el atrio de la iglesia, pues no permitieron cerrar la calle desde la pandemia.
“Ojalá que continúen las costumbres de antes, como el recorrido de carros alegóricos y la coronación de la reina, que la pandemia ha complicado pero si se da, qué bueno”, señaló, invitando a participar en estas actividades y que no se pierdan las costumbres, que los cronistas nos sigan diciendo cómo era nuestro Tuxtla.
コメント