Se acabaron los carnavales

Tuxtla.- Desde el fin de semana pasado, se estuvieron viviendo distintos carnavales en algunos municipios del estado, sobre todo aquellos regidos por la cultura zoque y otras manifestaciones que se han ido heredando de los ancestros, y que hoy en día siguen siendo motivo de orgullo y tradición, sin embargo, no hay que ir muy lejos para conocer más sobre estas expresiones culturales.

En Tuxtla Gutiérrez, se vivió el carnaval zoque los días previos al Miércoles de Ceniza, el día lunes, se reunieron danzantes y otros integrantes de la mayordomía zoque en el barrio Niño de Atocha, para realizar una serie de rituales como parte del Te’napapoketzé, o el Baile de la Pluma de Guacamaya, lo que también se llama levantamiento de baile.

José Rafael, maestro baile, señaló que la intención es que las nuevas generaciones se interesen en estas tradiciones, se comienza  tres días antes del Miércoles de Ceniza, como lo marca “el costumbre”, sin embargo, en la capital, desde el sábado, varios grupos se distribuyeron en los barrios principales para realizar sus recorridos.

“El Tejatajametzé, que es el baile del carnaval, el baile principal, el del penacho que representa al sol, las Alacandú que son las reinitas, que representan a la luna, y nosotros las Suyuetzé, representamos a las viejas de carnaval, que son las mujeres muertas en barrio, las que daban guerreros y son los que venimos cuidando al sol y la luna, es un baile de cosmogonía, de astros, se representa al sol y la fertilidad”, señaló.

Por su parte, Manuel Velázquez, lleva décadas participando en el baile de carnaval, todo comienza en la casa donde se tiene el altar, ahí se colocan los penachos, la indumentaria utilizada, antes de hace una oración y todos juntos desayunan ante una mesa, de pie, sin cubiertos, este año se ofreció el caldo de pollo, las tortillas, el café y agua de jamaica, para después de compartir los alimentos, hacer otra oración y pasar a agradecer uno por uno a los presentes antes de seguirse alistando.

“Hoy nos tocó acompañar el baile, y vamos a hacerlo con todo gusto, es una bonita costumbre que nos dejaron nuestros ancestros, tiene muchos años, tenemos el privilegio de estar con los jóvenes más que nada, enseñándoles y motivándolos, queremos que no decaiga la tradición y salir adelante”, señaló, mientras dos jóvenes se colocaban el atuendo donde el color rojo predominaba y les ayudaban a ponerse el penacho.

Alberto Juárez Cruz, es un joven de 16 años que este año bailó por primera vez, es hijo del maestro baile y admite que usar el penacho es un poco incómodo, porque se mueve mucho hacia los lados, pero se sintió muy bien, él es músico, alumno del maestro Juan, y fue su primera vez bailando, por lo que espera que se vuelva a repetir.

Así es como fueron bailando por las calles principales de Tuxtla Gutiérrez, visitando casas, danzando ante los altares y los santos, mezclando las tradiciones católicas con el costumbre zoque, una mezcla colorida y siempre acompañada del tambor y el carrizo que resonaron por las calles llevando la alegría del carnaval en su expresión más tradicional.