Su primer Día de Muertos
Hace exactamente un año, viví uno de mis mejores Día de Muertos, porque fue mi revelación de sexo y nos enteramos de que esperábamos a una niña, es increíble que ahora ya la tenga entre mis brazos y hayamos pasado nuestra primera celebración con ella.
Tenerla ya aquí le da otro significado, es más bonito tener a quien transmitirle esta tradición, vernos poner el altar, enseñarle las fotos de sus abuelitos y tíos que ya no están, que le llamen la atención los colores de las flores, la llama de la vela, las fotos, y que intente platicar con algunas de ellas.
Desde hace varios meses comenzamos a pensar de qué la íbamos a disfrazar, quedamos en que Rodrigo iba a elegir el disfraz de este año y yo el del siguiente, pero después le pedí un cambio porque tenía algo en mente que no podía esperar, y el accedió.
Incluso, hace unas semanas conseguí lo necesario para poder ponerle su disfraz, además de otro que su tía le regaló, pensando que las cosas iban a mejorar y que la íbamos a poder llevar a pedir calabacita y vivir al 100 esta primera celebración para ella, pero no fue así.
El sábado que fue Halloween, decidí ponerle el disfraz de diablita que le regaló su tía, yo sé que esa no es una tradición mexicana, pero vi muchas fotos de niños disfrazados y no quise quedarme atrás, además de que tenía dos disfraces y quise que se pusiera ambos.
Aprovechando que salí a hacer unas notas y que nos invitaron a un baby shower caravana, le puse su cola y sus cuernos, la vestí de rojo y salimos en el carro, llamó la atención en todos lados y le quedaba muy bien el papel, ya que está tremenda y traviesa.
Este Día de Muertos, la intención era sacarla a pedir calabacita con sus primas, pero al final nadie salió y también pensamos que lo mejor sería quedarnos en casa, al inicio me puse triste por no poder lucir su disfraz, pero luego pensé que era lo mejor para no exponernos y que es un año diferente, ya vendrán muchos otros donde podamos celebrar como se debe.
Mi gran idea de disfraz, era una mandrágora. Como fan de Harry Potter, toda la vida quise poder disfrazar así a alguno de mis hijos y Rodrigo me cedió su turno para poder hacerlo, es básicamente un bebé-planta en una maceta, por lo que pensé que el próximo año ya estaría muy grande para meterla en una maceta sin que se saliera corriendo.
Así que no dejé que se “chiveara” el disfraz y le armamos una sesión de fotos improvisada en la casa, cumpliendo así mi sueño como Potterhead (fan de Harry Potter) y dejando que su primer Día de Muertos no pasara desapercibido, con doble disfraz y todo.
En general, estos días suelen ponerme muy sensible, poner el altar me hace sacar mis lágrimas por los que ya no están, y este año los extrañé mucho más porque no pudieron conocer a Elisa y me encantaría que la hubieran abrazado... no pudo conocer a su abuelito paterno, ni a sus tíos abuelos Vicente y Paty, o a sus bisabuelos paternos, pero todos ellos la cuidan y protegen desde allá arriba, eso me gusta creer.
Así transcurrió nuestra primera celebración juntos... quedándonos en casa a tomar café con pan (el pan no faltó, eso sí), a recordar a quienes ya no están, a disfrutar a Elisa con sus disfraces y a cuidarnos para que el próximo año todo esté mejor, y pueda salir a la calle con el disfraz que su papá le escoja, antes de que ella ya nos pueda pedir alguno en especial.
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