Sujo de Fernanda Valadez y Astrid Rondero

Quien solo conoce la violencia piensa que la paz es un tipo de bala.

En este mes de diciembre llega a las salas de México la película seleccionada para representar a México en los premios Óscar y Goya del 2025 en la categoría a mejor película internacional. Pero ¿Por qué es Sujo una cinta necesaria de ver en estas épocas decembrinas?

¿De qué va?

La historia sigue la vida de un niño llamado Sujo, quien a los cuatro años presencia el asesinato de su padre, un sicario. A partir de ahí, Sujo debe enfrentarse a las dificultades y peligros de crecer en una comunidad rural marcada por la violencia del narcotráfico.

Sus directoras

Sujo es dirigida por las directoras mexicanas Fernanda Valadez y Astrid Rondero. Valadez, egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), dirigió su opera prima Sin Señas Particulares (2020) que obtuvo la beca Jóvenes Creadores del FONCA, ganó el premio del público y mejor guion en la World Dramatic Competition del Festival de Sundance, el premio Horizontes Latinos y premio Cooperación Española del Festival de cine de San Sebastián, fue nominada y ganadora al Ariel en 2021 por mejor dirección entre otros reconocimientos y recorridos en festivales.

Su segunda directora Astrid Rondero, productora, guionista y editora cuenta con su ópera prima Los Días más Oscuros de Nosotras (2017) que ganó dos premios Ariel a mejor actriz y ópera prima. Junto con Fernanda Valadez, dirigen por primera vez en Sujo, un proyecto trabajado conjuntamente en edición, producción y guion el cual suman ya varios proyectos en conjunto.

En Sujo

Fernanda Valadez y Astrid Rondero tocan temas recurrentes de sus proyectos pasados, como la vida realista entre violencia, migración y desaparición de personas en comunidades rurales de México. Sin embargo, más que ser otra película que toca el tema del narcotráfico o crimen organizado, Sujo aborda la vida de aquellas personas nacidas en un mundo violento que desean cambiar sus vidas, aunque esto parezca imposible. Romper un ciclo cruel que se ha vuelto común en los pequeños pueblos parece un cuento de ficción más que una realidad para un porcentaje cada vez mayor que vive en México.

La cinta maneja de manera positiva la violencia, manteniendo la cámara lejos de escenas explicitas, aunque entendemos bien lo que ocurre. Está cargada de una ambientación mística y real gracias a la acertada fotografía de Ximena Amann.

Sujo se enfoca en la niñez y adolescencia del protagonista, un coming to age dividiendo la historia por capítulos que clarifican los momentos y personajes que Sujo va conociendo. Destaca la actuación de Juan Jesús Varela, protagonista de la cinta quien ya había trabajado con ambas directoras.

En entrevistas, las directoras explicaron que la decisión de dividir en capítulos la cinta está inspirada en el cuento mongol Sujo y el Caballo Blanco y en el libro Jude El Oscuro, donde un chico lucha contra el determinismo social y la imposibilidad de cambiar su vida, narrando su historia en capítulos que muestran sus etapas y adversidades, similar a la película Sujo.

Recomendación

Sin duda, Sujo es una película que se necesita ver. Es un retrato de esperanza, de buscar la paz y tranquilidad, de crear posibilidades que nos conduzcan a una vida mejor, y de defendernos cuando todo parece ir en contra de nuestra armonía. Sin revelar mucho, su última escena nos lleva a algo importante que nos cuestionamos durante toda la película y su gran significado. Por último, les dejo tres recomendaciones si les gusta Sujo:

• Noche de fuego (2021) de Tatiana Huezo

• Sin señas Particulares (2020) de Fernanda Valadez

• Tempestad (2016) de Tatiana Huezo