Verdaderos líderes cristianos no deben actuar como “pastores asalariados o miserables”

Tuxtla.-Marco Tulio Carrascosa, presidente de la asociación civil “Avivando a México”, lamentó que, en la actualidad, se observe un liderazgo cristiano carente de principios y valores, “pusilánime, sin visión, corrompido”, que no ha entendido lo que significa ser un pastor.

Manifestó que muchas veces hay quienes no dignifican a la Iglesia, “y hablo de los líderes denominacionales, sobre todo los que son ahora parte del plan del IMSS y que salen a decir que la profesión de pastor sufre mucho, y que necesitan de seguridad social”.

Clasificó de hecho a los pastores, es decir aquéllos que entregan su vida por las ovejas y los asalariados, “y a estos últimos me refiero, a los que les preocupa el IMSS, sus cuestiones personales, pero sacrifican lo más importante, a sus ovejas”.

Para él, agregó, ellos no deberían buscar ese tipo de reuniones con el IMSS, debido a que ―puntualizó― el sistema de salud está colapsado y ni siquiera es de calidad, “pero ahora buscan esas migajas, en vez de alzar la voz por toda esta situación que se vive”.

Incluso, dijo que en sí los líderes no han sabido cómo representar a la misma Iglesia, lo que, agregó, ya ha pasado durante las campañas políticas, cuando se presentan con los candidatos o gobernantes para solicitar láminas para los templos.

“Un pastor mencionaba que ellos sufren, que no ganan ni el salario mínimo, que viven en la miseria, y que por favor les den el seguro social; y no tenemos nada en que se los den, pero es la forma en cómo lo piden, cuando tendríamos que entender que este tipo de instituciones se mantienen con nuestros impuestos”, criticó.

El derecho a la salud, puntualizó, no debería ser exclusivo para un sector, “por eso no tenemos suplicar este tipo de cuestiones, y por eso creo, insisto, que la forma no es la que nos representa, y quiero dejar algo en claro, no tengo nada en contra el IMSS, es solo un ejemplo”.

Ante este panorama, Marco Carrascosa exhortó a sus homólogos a tener mucho cuidado en cómo presentan a la Iglesia ante políticos o instituciones, porque lo único que ocasionan es debilitarla.

“En el libro de Hechos se habla de una Iglesia que tenía favor con el pueblo, es decir el pueblo la buscaba para que esa iglesia los favoreciera. Pero ahora es al revés”.