Vero, impulsando a las mujeres del campo
Tuxtla.- Hoy nos visitó Verónica, ella es originaria del Estado de México, es agrónoma, pero más chiapaneca que el pozol, tiene 20 años en Chiapas, sus hijos son conejos, por lo que ya se quedó aquí, recién egresada se viene a vivir a Tuxtla y conoce muchos municipios, luego se casa, tiene a sus hijos, su papá fue uno de los puntos determinantes en su elección de carrera, ya que a sus hermanos no les gustaba la agronomía, viviendo en ciudad no veían mucho del campo, en cambio su papá era de una comunidad rural, y cuando iba a ver a sus abuelitos le encantaba estar ahí, veía a sus hermanos y no tenían interés, a ella no le insistió su papá, como que se resignó, pero fue ella misma quien le dijo que iba a hacer su examen en Chapingo, a lo que le pregunta si estaba segura.
“Cuando paso el examen, yo estaba muy contenta, todo mundo hablaba maravillas de la universidad, entonces empiezo a tener contacto con el sector rural, muchos compañeros venían de esas áreas, pero cuando hablaban de cosas de agronomía era difícil, yo no tenía la práctica que ellos tenían, pero fue hermoso, es una universidad que te da muchas cosas y si no lo aprovechas es porque no quieres, la mayoría de estudiantes eran hombres, en un grupo de 30 habíamos cinco mujeres, muy pocas, ahorita ya está casi a la par, pues no muchas decidían trabajar en el campo, en sus comunidades no iban a estudiar, les daban sus tierras a sus hijos para que las trabajaran”, recordó.
Cuando llega a hacer su estancia pre profesional en la Asociación de Plataneros del Soconusco, en la costa, ella era la única mujer, el gerente era hombre y estaba renuente, cuando llega a la costa, se espantaba de oír tantas palabrotas, su novio en ese entonces, ahora su esposo, le iba explicando qué significaba cada cosa, como la palabra ‘bolo’, que en México es el dinero que da el padrino en una fiesta, y aquí significa borracho, fue un choque cultural muy drástico por las costumbres, la forma de hablar, pero se acostumbró rápido, y aquí en Tuxtla encuentra una organización social con mucho trabajo, necesitaban manos, por lo que decide quedarse a trabajar.
“Mi mamá no quería, yo acababa de salir de la carrera, pero estaba más contenta por estar en algo que me gustaba hacer y encontrar trabajo rápido, no todos tiene ese privilegio, tuve mucho contacto con productores, con el sector rural, aprendí más ahí que en la carrera, algunas cosas las reafirmas, otras las aprendes, tuve que conjuntar ambas y construir nuevos conocimientos entre lo que te da la universidad y la práctica, había ciertas barreras, no era tan fácil llegar con un productor y que te escucharan siendo la única mujer en el equipo técnico, luego confirmaban con el ingeniero para ver si era cierto, yo no había vivido este tipo de machismo”, aceptó.
Ella trabajó mucho tiempo con hombres y al final fue muy enriquecedor, porque logró posicionarse como profesionista, que los trabajadores supieran que lo que decía la ingeniera era cierto, ganando la confianza de los productores, quienes por primera vez estaban trabajando con puras mujeres… todo esto a través de la Fundación Educampo, donde lleva varios años, pero apenas hace un año le ofrecen el proyecto de Territorios cafetaleros mujeres, uno de sus objetivos es generar empresas funcionales en el sector rural, traen toda una metodología trabajo con grupos, esta vez con mujeres, y ella contentísima.
”Al principio fue complicado reunir a estas mujeres, el machismo tiene mucho que ver en las comunidades, eran de la región Altos y Mezcalapa, la primera barrera es la de los esposos, que te preguntan para qué va a venir, qué le vas a dar a mi esposa, estaban las mujeres y atrás los hombres rodeando, platicamos, eran muchas mujeres, sobre todo de San Juan Cancuc y quedó la mitad, fue la apertura de esa brecha, porque ahora que están viendo resultados otras mujeres se empiezan a animar… primero tenemos que querer y estar con la apertura de dejarnos enseñar, el choque cultural es tremendo”, mencionó.
Y es que en la parte de los productores, al final lograron un buen trabajo, pero con las mujeres tiene que ver trabajar con los maridos, los grupos de mujeres no son solo ellas, trabajan con los esposos y con los hijos, cuando llegan a las capacitaciones no llegan solas, tienen trabajar con esas dos partes y saber empatarlo, que la mujer entienda, captar su atención sin estar tan preocupada por el bebé, tener una estrategia para entretener a los niños unos 30 minutos y que la mamá esté totalmente enfocada, que es un tip, ir bien preparada para todo lo que implica, cómo manejar estos tres grupos y con eso avanzar paso a pasito.
Entre los resultados de este proyecto, ya tienen su marca colectiva de café, en educampo.org.mx está la información de todos los programas de la fundación a nivel nacional, además kanteshop.org.mx está de lanzamiento, porque acuerpa a productoras de café de Chiapas y de miel melipona de la región maya, con la que han hecho pomadas y cremas derivados de la miel, se ha trabajado con ellas el marketing, ya tienen una presentación formal, la parte productiva, de desarrollo humano, la organización y metodología, es trabajar con ellas en esos ámbitos, no solo el productivo, también organizacional, administrativo y estas habilidades blandas importantes para generar cambios significativos en los grupos.
“Yo decidí emprender en 2019, toda mi vida he trabajado con productores y les compartimos la idea de que vendan ellos, crear estrategias de venta más directas, y me preguntan, cuándo lo has hecho tú, me reuní con un grupo de amigas y ponemos la tienda colectiva Mukul Na, que está sobre la novena norte entre primera y segunda oriente, fuimos trabajando, vendimos plantitas, vinos artesanales, ropa típica, ámbar, café de Jaltenango, y ahora ya evoluciona esta idea a una cafetería, solo se sirve café de estos grupos de mujeres, es el punto de venta del café que ellas producen, ha sido conocer el otro lado de la moneda, porque te sabías la metodología pero ahora hay que aplicarla realmente, me siento más fortalecida porque ya tienes esta otra parte de qué hacer, siempre habrá obstáculos y cosas nuevas que aprender, pero me siento con un pasito más”, dijo.
Señaló que una de sus primeras satisfacciones son sus hijos, el motor de todo, ver cómo se van desarrollando, todos tenemos defectos, pero hay muchas cosas que van aprendiendo gracias al caminar de sus papás, él también es agrónomo y muy bueno en lo que hace, es verlos e ir pasando estos obstáculos, ver cómo ha evolucionado su mamá, le dice el mayor, felicidades por lo que estás logrando, y escucharlos a ellos, en la escuela te enseñan a que cuando salgas te vas a emplear y ya, hasta ahí puedes llegar, que te cortan esas alas para crecer como sociedad, no para un beneficio particular sino común, si emprendemos, trabajamos, generamos empresas, generamos economía y la derrama económica está en Chiapas, esa parte de la escuela de, estudia agronomía y vete a trabajar a la Secretaría del Campo y ya, todos los espacios son hermosos pero el emprendimiento impacta en muchas vidas, no solo en la tuya, sino en la de tu familia, amigos, generas empleo, estás aportando a la sociedad y a otras familias, eso es muy bonito.
“A mí sí me costaban las ventas, cuando empezamos a emprender empiezas con ese ánimo de hacer esto y lo otro, y cuando tus ventas no son tan buenas, no sabes qué hacer, te pones triste, de ahí parte mucho este proceso del emprendimiento, no es quedarte en lo que ya no se pudo y me dedico a otra cosa, es analizar, ver qué estamos haciendo bien y no tan bien, no es de la noche a la mañana, después de 10 años apenas estás empezando, son procesos lentos”, puntualizó.
Recuerda que se ubican en la novena norte entre primera y segunda oriente, se llama Mukul Na, que en tseltal significa casa grande, quieren que llegue mucha gente, están de 9 a 2 y de 4 a 10, tienen desayunos, café, tisanas, tés, postes, alfajores, pizzas, tortas, tacos, también quieren impregnarle el concepto cultural, que haya eventos, es un espacio para cualquiera que quiera tener una actividad, tienen un salón de juntas, donde tuvieron una plática de lactancia, están por definir el día para que los niños vayan a jugar de manera gratuita, hay un maestro de ajedrez y dominó de una asociación civil para aprender estabilidad mental, hay mucho trabajo, esfuerzo, amor de los emprendedores, detrás de cada emprendimiento está el amor que le impregnan y se tiene que valorar.
“Tratemos de platicar siempre, en la familia habrá puntos de vista diferentes y algo importante es tomar acuerdos, son bonitos, mucha tolerancia y comprensión, la familia es eso, mucha paciencia”, finalizó.
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